Todos alguna vez, con mayor o menor frecuencia, nos hemos aguantado las ganas de orinar. La mayoría de ocasiones, estamos en una situación en la que es imposible acceder a un baño en esos momentos o inmersos en medio de algún compromiso laboral quenos impide ir en el momento preciso en el que lo necesitamos al baño.
No obstante, cuidado si es algo que haces habitualmente, porque tiene consecuencias. Esto es lo que sucede en tu cuerpo cuando te aguantas las ganas de orinar.
Infección de orina
Si eres una persona con tendencia a aguantar las ganas de orinar antes que ir al baño de manera periódica cuando están en lugares como el trabajo, ten cuidado.
Una de las consecuencias son las infecciones de orina. Y es que es fácil que, en estos casos se acabe, derivando en una infección bacteriana, algo que afectaría al tracto urinario.
El motivo es muy sencillo, la orina tiene gérmenes y si están posados más tiempo del debido puede desembocar en una infección.
Formación de cálculos en los riñones
Hay personas que son propensas a la formación de cálculos renales. Si es tu caso y además sueles aguantar las ganas de orinar, entonces solo harás que tu estado empeore.
La formación de pequeñas piedras en los riñones se suele evacuar por la orina, siempre y cuando sea algo menor, pero si se acumula, solo conseguirás que estas piedras no se puedan eliminar ya por esta vía y acabes en un quirófano.
Para evitar la formación de cálculos en los riñones tendrás que beber mucha agua e ir al baño siempre que tu cuerpo te lo pida, puesto que solo así conseguirás eliminar los restos de suciedad que hay en tu riñón, limpiándolo por completo y no empeorando su estado.
Cistitis
Si se aguanta durante mucho tiempo la orina, al final, las paredes de la vejiga se acaban inflamando y se da lugar a una afección que se conoce bajo el nombre de cistitis.
Si sientes que tienes dolor pélvico, al orinar te molesta y a su vez evacuas poca cantidad, quizá debas ir a tu médico. Tienes los síntomas tradicionales de estar padeciendo cistitis.
La vejiga se ensancha
Aunque pueda parecer lo contrario, la vejiga tiene una capacidad muy limitada y forzándola solo conseguirás ensancharla.
La vejiga puede albergar alrededor de unos tres vasos de agua, por lo que se ha de tener en cuenta esta medida para saber un poco la cantidad de líquido que se ha de ingerir en el caso de que no tengas la posibilidad de ir al baño siempre que quieras.
Este punto es realmente útil y se ha de tener en cuenta si se está en el trabajo, si se va a entrar a una reunión importante, etc.
Cuando la vejiga esta llena, hay unos receptores en el cerebro que se encargan de mandar una señal que nos indica que hay que ir al baño y el propio cerebro provoca ganas de orinar para que le hagamos caso.
No hacerlo hará que la vejiga se ensanche.
Conjunto de efectos adversos
Si te aguantas la orina por costumbre, tu cuerpo experimentará una serie de efectos adversos que tú no asociarás con esto, pero que están relacionados.
Por ejemplo, las bacterias de la orina pueden provocarte fiebre, escalofríos, dolor de estómago, etc.
Reflejo entre vesícula y uretra
Esta es quizá la consecuencia más grave. Si te aguantas el pis demasiado, llegará un momento en el que tu cuerpo no lo expulsará, pero sí lo hará regresar hasta la uretra y los riñones, lo que te provocará infecciones graves.
Primero el cuerpo te provocará las ganas de miccionar tradicionales, durante un tiempo guardará la orina en la vejiga pero acabará por devolverlo si no vas al baño a tiempo y esto solo te puede ocasionar problemas de salud.
Hinchazón
Si no expulsas los líquidos tendrás una molestia sensación de hinchazón.
Además tu cuerpo se acostumbrará a retener cada vez más estos líquidos y ya no podrás expulsarlos tan fácilmente aunque tú quieras.
La retención de líquidos, además de malestar, puede llegar a provocar infecciones, por lo que lo mejor es que no des lugar a ello y vayas al baño con regularidad.
Fuente: Mejorconsalud