Una profesora y sus alumnos comienzan campaña para que niños dejen de estudiar en containers

Romina Baeza, docente de Historia, ha levantado una solicitud junto a sus estudiantes de 4° medio a través de la plataforma Change.org para que los alumnos del Liceo Leonardo Da Vinci sean trasladados a un edificio. Desde 2010 tienen clases en estas frías estructuras. Ya son alrededor de 7.400 las personas que apoyan esta causa.

Una profesora y sus alumnos comienzan campaña para que niños dejen de estudiar en containers

Autor: Daniel Labbé Yáñez

Escuela Leonardo Da Vinci

Romina Baeza es profesora de Historia en el Colegio San Francisco Javier de Cerro Navia. En uno de los trabajos encomendados a sus alumnos, relativos a organizaciones sociales, apareció el nombre de Change.org, justo en momentos en que se daba a conocer a través de la prensa el caso de la Escuela Leonardo Da Vinci de Cerro Navia. Este establecimiento, con 64 años de existencia, se ha convertido desde 2010 en un icono de la precariedad de la educación municipal chilena: sus alrededor de 260 estudiantes deben realizar sus clases en containers.

Esta situación se produjo luego de que en 2008 el colegio fuera notificado de que debía pasar a una jornada escolar completa, lo que implicaba mejorar su infraestructura para albergar a los más de 700 alumnos con que contaba entonces. En este contexto se demolió la construcción de la escuela y se habilitaron los containers para la realización de clases. Sería solo una alternativa de emergencia que -en teoría- duraría 6 meses, sin embargo, se ha extendido hasta la actualidad.

Las explicaciones para que esta situación se mantenga van desde el hecho de que tras la demolición del antiguo recinto los estudios del suelo arrojaron que no estaban aptos para la construcción, hasta la necesidad de parte del municipio de más de mil millones para concretar las obras. «Acá en Cerro Navia se han cerrado muchos colegios, entonces hay espacios disponibles como para que opere en otro lugar», apunta la profesora Romina Baeza en conversación con El Ciudadano.

Es en este escenario que, junto a sus alumnos, la docente decidió ingresar una petición a través de la plataforma Change.org para que los estudiantes dejen de tener clases en los containers y sean trasladados a un edificio. La solicitud hasta ahora ha conseguido el apoyo de 7.400 personas y será entregada al alcalde de Cerro Navia, Luis Plaza; al Seremi de Educación de la Región Metropolitana, Felipe Melo; y a los departamentos provinciales del Ministerio de Educación.

Los mejores resultados en Simce

«Ellos están a merced del frío, cortes de electricidad y unas instalaciones que no son dignas. Así y todo, maestros y alumnos siguen asistiendo a clases», dice Baeza en la petición, agregando que pese a esta situación resulta «admirable que esta escuela se destaque por ser una de las mejores en nuestra comuna».

Niños de Cerro Navia deben estudiar en containers

«Dentro de los colegios municipales básicos, es el que tiene los mejores resultados Simce, entonces por eso la gente tampoco cambia a los niños. Y antes de que lo derrumbaran tenía mejores resultados. Bajaron, pero ahora están bien, en comparación a la comuna están muy bien», nos explica Romina.

“Como docente me duele ver el abandono que atraviesan otras instituciones como esta. Una educación pública y de calidad implica también tener un lugar donde los alumnos no sufran las inclemencias del clima, y puedan estar cómodos. No podemos seguir permitiendo estos atropellos contra la educación en nuestro país”, agrega en la petición.

«Solicitamos tanto la Alcaldía como a la Seremi de Educación, que tomen cartas en el asunto. Basta de tanta burocracia para reconstruir esta importante escuela. La excusa de la ‘falta de recursos’ por parte de las autoridades ya no es aceptable. Deben dar una solución definitiva para cientos de niños y sus familias», exige Baeza.

Estudiantes conscientes

Junto con ello la profesora de Historia destaca el rol que sus propios alumnos han adoptado en esta campaña. «Me parece fantástico porque, en el fondo, la única manera de poder transparentar tanto fondos públicos como a los mismos gobernantes es a través de la presión social. Entonces, de una u otra manera, estos chicos están formando parte de una comunidad superior a su curso y a su escuela. Están estableciendo vínculos con miembros de este espacio mayor que, en este caso, sería Cerro Navia».

La petición de la docente y sus estudiantes ha adquirido mayor relevancia frente al proceso abierto por la Superintendencia de Educación y la posibilidad de que, contrario a un traslado de la comunidad a un edificio, la escuela simplemente cierre sus puertas y sus alumnos sean separados y reubicados en otros establecimientos.

Si quieres firmar la petición, ingresa aquí.

Daniel Labbé Yáñez


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