Ama Harley gana hasta más de 2.5 millones de pesos chilenos al día desde la comodidad de su propia sala de estar, realizando fantasías de dominación y chantaje sexual a sus clientes.
Los 28 años de edad, de San Francisco, Estados Unidos, se deshizo de su trabajo de oficina como jefa de proyectos técnicos y ahora se gana la vida sometiendo a los hombres a conductas de dominación online.
Los hombres están dispuestos a pagar hasta $61.500 pesos chilenos por las atenciones de Ama. Ella instala el software de uso compartido en la computadora de su cliente para tomar el control de sus cuentas de redes sociales y las actividades bancarias en línea, recabando todos sus datos personales.
Ama Harley dijo: «Estaba harta de trabajar largas horas, quería algo más emocionante y fue entonces cuando miré las maneras de hacer dinero en línea».
«Yo uso un software que me permite acceder a las cuentas bancaria del cliente, las redes sociales y cuentas de correo electrónico. Tomo control sobre sus vidas».
Con la tecnología que ella utiliza, reúne los datos para chantajear a los clientes que le pagan por sus pervertidas rutinas. Incluso se mete a sus cuentas bancarias para divertirse, hace transferencias de dinero a sí misma a su gusto.
Pese a todo, esta dominatrix ha estado felizmente casada por dos años y tiene todo el apoyo de su marido, quien las hace de ama de casa ama de casa.
Sus clientes, que son en mayoría hombres de negocios con altos ingresos, han financiado vacaciones de lujo de la pareja e incluso han pagado por su costosa cirugía de senos.
La delincuente informática, dijo: «Mi esposo apoyó mi decisión y sabíamos que podíamos ganar una fortuna. Nos funciona y producimos suficiente dinero para mantenernos a los dos».
«Mientras yo hago el dinero, mi marido hace la mayor parte de la cocina, la limpieza y cuida de las cosas que no quiero hacer como hablar con nuestros contadores y abogados».
«Me gasto la mayor parte del dinero en mi rutina de belleza, tengo citas de peluquería y manicura. Además tengo una debilidad por los zapatos de marca cara, como Christian Louboutin, que compro regularmente».
«Es sorprendente saber que no tengo que trabajar duro para ganar dinero, nunca estoy estresada y tengo todo lo que siempre he querido».
«Ni siquiera me quito la ropa para los hombres, sólo tomo su dinero. Me siento muy poderosa».