La nave espacial Juno llegará a Júpiter en unas pocas horas, pero ya ha logrado una hazaña inédita para la ciencia. La sonda de la NASA captó una muestra de cómo se oye el campo magnético del planeta gigante.
El instrumento que va a estudiar las auroras de Júpiter en detalle, estaba haciendo un registro de audio del espacio que rodea al planeta, cuando el 24 de junio grabó el persistente sonido del arco de choque de Júpiter.
El arco de choque es la región donde el viento solar supersónico, la corriente de partículas cargadas que vienen desde el Sol, golpea la magnetósfera de Júpiter. Las partículas del viento solar se mueven a una velocidad aproximada de 400 kilómetros por segundo y son desaceleradas repentinamente, como si una roca desviara el curso del agua.
Un día después, Juno entró a la magnetopausa, la frontera entre la magnetósfera de un planeta y el viento solar. Ahí es donde Juno grabó la llamada ‘radiación atrapada continua’, que se genera por ondas de partículas que son empujadas y atraídas entre Júpiter y el Sol.
La magnetósfera de Júpiter es la estructura más grande del Sistema Solar (excluyendo a la heliósfera) y es significativamente más fuerte que el campo magnético del Sol. Se forma por las intensas corrientes eléctricas en del núcleo del planeta, que está hecho de hidrógeno metálico, un raro estado de la materia que sólo se obtiene a presiones muy altas.
Entre otros muchos objetivos científicos, Juno estudiará en detalle cómo el campo magnético cambia alrededor del planeta gigante, además de develar algunos de los secretos que se esconden en Júpiter, al llegar a él esta noche.
Fuente, IFLScience
Traducción CCV El Ciudadano