Contra la traición a los trabajadores públicos

A las compañeras y compañeros empleados públicos asociados a la Anef (Agrupación Nacional de Empleados Fiscales) y a su Directorio Nacional: El Comando por los Derechos Sociales y Populares y el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores –MPT- saluda la lucha dura que de manera ejemplar emprendieron las semanas anteriores ante la magra oferta […]

Contra la traición a los trabajadores públicos

Autor: Wari

A las compañeras y compañeros empleados públicos asociados a la Anef (Agrupación Nacional de Empleados Fiscales) y a su Directorio Nacional:

El Comando por los Derechos Sociales y Populares y el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores –MPT- saluda la lucha dura que de manera ejemplar emprendieron las semanas anteriores ante la magra oferta impuesta por el mal gobierno, en el marco de la negociación de la Mesa del Sector Público con el Ejecutivo.

Somos militantes sociales, trabajadores, estudiantes, mapuche, jóvenes y no tanto, pueblo amplio que normalmente mantenemos un contacto directo con los empleados fiscales y que observamos con desconcierto las condiciones laborales en las cuales se esmeran por ofrecer un servicio de excelencia y de alta vocación social.

Por lo paradigmática que resulta la negociación del sector público para el conjunto de los trabajadores y los pueblos, en tanto impacta de manera sustantiva en las propias negociaciones, salarios y contexto de sobrevivencia de las grandes mayorías, de nuestras propias condiciones de existencia, nos solidarizamos frente a los últimos y reprochables acontecimientos que clausuraron “por arriba” la materialización de sus justas demandas.

Cuando observamos la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, estalla como una aparición ejemplar la memoria insobornable de Clotario Blest (en la foto junto a Tucapel Jiménez). Y cuando se nos llena de Clotario la caminata difícil de los trabajadores, se nos reúne la bronca limpia por la justicia social, por la igualdad, por una vida centrada en el hombre y la mujer, que no en la mercancía, que no en la dentadura antisocial de un Estado y un empresariado que se vale del trabajo de todos y del despojo de los recursos naturales para engordar sus privilegios. Porque hoy, más que nunca, el Estado es el aval de los grandes propietarios que operan en el territorio chileno, sean nacionales, transnacionales o combinados. Estratégicamente buscan lo mismo: maximizar sus utilidades en el menor tiempo posible y a costa de la explotación y peor vida de las grandes mayorías.

Compañeras y compañeros empleados fiscales; con indignación vemos cómo, una vez más, el actual presidente de la CUT, Arturo Martínez (Coordinador de la Mesa del Sector Público), y el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, se vuelven facilitadores de los intereses de la minoría que manda en Chile, e hipotecan vergonzosamente la defensa de los asalariados por razones oscuras y antipopulares.

Simplemente estimamos que en ellos no se puede confiar y que tienen la estatura del capataz miserable que castiga al trabajador digitado por el capital voraz, enemigo histórico de los pueblos.

Las armas subjetivas que emplean el Estado y el capital son la desmoralización, el temor, la amenaza y la alienación social. Hoy Martínez y Andrade son cómplices de esas maniobras que impiden siquiera enmendar en parte un Código Laboral al servicio de los dueños del país, son promotores de la concentración económica y la desigualdad social abrumante que sufre la gran mayoría; y del empobrecimiento de un Chile que, bajo relaciones de fuerza distintas, tendría la capacidad de distribuir con equidad la riqueza y no de socializar la pobreza, como lo hace el actual sistema.

Estamos convencidos de que las cosas no pueden continuar tal cual estaban hasta antes del resultado de su negociación. De lo contrario, el sindicalismo en general, se presenta ante los trabajadores y la opinión pública como parte del problema y no de la solución frente a la mala vida y el abuso cotidiano. Clotario fue un hombre sin precio, lleno de honor y decoro. De ese dirigente señero y otros muchos debemos ser legatarios. Los martínez y los andrades son el reverso de la ética y honra de nuestros mayores, de los representantes de los trabajadores que escribieron con su práctica recta el camino de las conquistas de los que viven de un sueldo, de las conquistas de un pueblo entero.

Con entereza y convicción, y marchando hacia el Paro General,

Fraternalmente,

Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores – MPT

Coordinadora por los Derechos Sociales y Populares

Diciembre 20 de 2010

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