Joe Sambers es un fotógrafo que llegó a Berkeley en 1969. Al lle gar se dio cuenta que estaba en medio de un paraíso hippie, que estaba siendo testigo de uno de los movimientos que podían cambiar el mundo y que nada en norteamerica se parecía a lo que estaba ocurriendo frente a sus ojos.
Sambers, relató en primera persona a The Atlantic , lo que fue para él esta experiencia:
«La gente había desarrollado mucho su estilo personal…Ya no trataban de averiguar lo que significaba ser un hippie. Encontré que eso era muy estimulante. Era un gran tema para un fotógrado, a pesar de que, según todos los estándares de la clase media, esa gente vivía vidas absolutamente miserables»…
Y así comenzó su obsesión con retratar la vida de toda una generación:
Samberg compartía un apartamento junto a uno de sus hermanos y sobrevivían con 200 dólares que le enviaban sus padres al mes. Casi no comían.
«…Las drogas, son unas de las grandes protagonistas de ese tiempo, como puede verse a la derecha de la imagen: dos jóvenes pasando el colocón en la calle. Otros también vivían en comunas hippies, como aparece a la izquierda, en la conocida como Telegraph Hilton.»
El fotógrafo terminó viviendo en la calle
«Casi nunca comía. Cada vez que tenía dinero mis prioridades eran las drogas, el cine y la comida». Y esta también era la realidad de muchos de aquellos niños.»
Para Sambers las drogas asesinaron la revolución hippie…
«Estos jóvenes simplemente consumían todo lo que aparecía en su camino…Era un tiempo en el que aún había esperanza para crear una nueva sociedad y encontrar una forma de vida alternativa, una vida mejor. Sin embargo, todo acabó siendo decadente…
«…No había ningún fundamento intelectual. Todo eran unos hedonistas y nihilistas que solo pensaban en vivir el momento».
Sin embargo, Samberg reflexiona tras casarse y formar una familia y con la perspectiva del tiempo, y declara
«Así que sí. Creo que hubo una revolución».