Cada lugar y cultura tiene su manera de beber. Pueden siempre haber diferencias, pero las adicciones y modas van rotando, pasando por todos los lugares del mundo, en especial por las generaciones más jóvenes que siguen modas y juegos con alcohol de por medio.
Entre estos, se esparcen diversas maneras de beber, buscando siempre emborracharse o «soltarse» de la manera más rápida y económica posible. Ya que para los universitarios el presupuesto es agotado, y la noche pasa muy rápido, con la idea de vivir todo «al máximo».
Así, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos se ha puesto de moda la drunkorexia, o borrachorexia, una peligrosa moda que está en boga en el último tiempo.
¿De qué se trata? De dejar de comer y de ejercitar en el día u horas antes de beber o tener una gran fiesta. Así se llega a un estado alcoholizado de manera más rápida sin tener que comprar muchos tragos, y por ende, gastar demasiado dinero.
La Universidad de Houston ha desarrollado un estudio en torno a esto, analizando los hábitos de 1.200 estudiantes de su campus. De ellos, 8 de cada 10 habían practicado esta conducta en el último mes. Algunos vomitaban, otros dejaban de comer horas antes de salir, e incluso consumían laxantes para emborracharse más rápido.
Extrañamente, se relaciona más con los hombres, según el Dr. Dipali Rinker, «porque los hombres siempre adoptan más riesgos para su salud y para su integridad física que las mujeres». Pero las mujeres, al menos de la universidad estudiada, han ido aumentando e imitando esta práctica poco responsable.
Si bien aseguran que puede ser una moda pasajera, esta tiene fuertes efectos en el organismo a largo plazo. Una de las autoras del trabajo, Alissa Knight, explica que «Es un nuevo fenómeno que mezcla desórdenes alimenticios, para dejar de tomar calorías y reservarlas para el alcohol». Así la razón pasa de la vanidad al encajar socialmente, entre otras razones.
¡Cuidado! Piénsalo dos veces antes de hacerlo, pues a final de cuentas puede resultar arriesgado.