Familiares y amigos de los casi 90 internos que llevan 13 días en huelga de hambre en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago, en repudio a las condiciones carcelarias que llevaron a la muerte de 81 internos en San Miguel y en demanda de mejoras internas, llaman a una manifestación en las afueras de la CAS, para este lunes 27 entre las once y doce del día.
Como indica el llamado, «las forma de solidarizar con ellos son muchas y hasta intangibles, pero por ahora se necesita que exista apoyo real y efectivo para que en su cotidianidad tengan la fuerza colectiva de seguir con su movilizacion hasta el final».
Los objetivos de la huelga de hambre se relacionan con los beneficios intrapenitenciarios, es decir, “que se agilicen y se cumplan y se lleven efectivamente a cabo en el caso de quienes han cumplido con los requisitos”. Esto se refiere principalmente a las salidas dominicales, sabatinas y condicionales.
El segundo punto se refiere a la dignificación de las condiciones de vida dentro de la cárcel, es decir, “un mejor trato a las visitas (trato que es, hasta el día de hoy increíblemente vejatorio), más horas de visitas, más horas de patio, entre otros”, exigieron los reos del recinto de alta seguridad.
Familiares y amigos convocan a individualidades y organizaciones a ir mañana lunes a manifestarse con gritos y pancartas una hora antes del mediodía.
A las manifestaciones de presos en la CAS y Antofagasta -el martes pasado- se sumó el viernes recién pasado un enfrentamiento entre reos del penal de Puente Alto con gendarmes debido a los traslados a los que serían sometidos estos en los próximos días.Según las informaciones, un grupo de presos previamente organizados prendieron sábanas y frazadas que sacaron por la ventana en señal de protesta. Gendarmería intentó controlar las llamas y a los internos, quedando todo registrado, ya que la prensa fue avisada previamente por los mismos presos.
Al verse sobrepasados los carceleros, se hizo necesario el apoyo de las Unidades de Servicios Especiales Penitenciarios (Usep), lo que generó una resistencia que dejó 54 reos heridos y 3 gendarmes con heridas menores (ni siquiera debieron ser trasladados a hospitales). En las afueras del recinto, se produjeron enfrentamientos entre familiares y Carabineros.
Hasta el día sábado 25 de diciembre, 43 de los lesionados están devueltos a sus celdas mientras que los 11 restantes están hospitalizados en dos centros de salud distintos.
Los amotinados exijían la presencia de la Jueza de Garantía Gisela Muñoz, ya que no desean ser trasladados a otros penales donde las medidas de seguridad son mucho más duras (en algunos casos, con hasta 22 horas diarias de encierro).
Finalmente se decretó el traslado de 32 presos: 11 fueron destinados al Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina II, y los otros 21 a la Cárcel de Alta Seguridad (CAS).
Por Cristóbal Cornejo