Los resultados de las muestras de ADN tomadas a principios de octubre a los 10 procesados por colocación de explosivos en Santiago y otras regiones de Chile, y por asociación ilícita terrorista, indican que estos detenidos no serían los autores de los atentados.
Los peritajes, pedidos por el Fiscal Alejandro Peña, incluyeron la comparación de 10 muestras recogidas en los sitios y alrededores de donde ocurrieron los ataques. Los exámenes buscaban brindar respaldo científico irrefutable de la vinculación de los detenidos con, al menos 20 de los más de 150 ataques con bombas de leve magnitud, registrados desde 2003 a símbolos del poder político, económico e ideológico del capitalismo.
Ante estos resultados, los abogados anunciaron que solicitarán la libertad provisional de los jóvenes. Héctor Salazar, abogado de Francisco Solar, indicó que “no existen hoy argumentos que permitan tenerlos en prisión preventiva”.
“A esta altura, el caso se desinfló y no se justifica tener a una persona en prisión preventiva, respecto de la cual la precariedad de la prueba es evidente”, sostuvo.
Para el abogado Mauricio Daza, defensor de Pablo Morales -uno de los supuestos “líderes” de la agrupación- detrás de todas las imputaciones del Ministerio Público no hay hechos concretos, sino motivaciones políticas.
Respecto a los peritajes, en caso del ataque de la Banda Dinamitera Efraín Plaza Olmedo al Hotel Marriot , el 3 de noviembre de 2009, quien colocó la bomba en uno de sus baños dejó un par de guantes quirúrgicos. El Laboratorio de Carabineros (Labocar) extrajo de aquellos unas gotas de sudor y tras compararse el ADN con el de los detenidos, no hubo ninguna coincidencia.
Un hecho similar ocurre con el atentado al Banco Itaú el 13 de agoto de 2008, donde se analizaron restos de cabello, también con resultados negativos.
Un caso particular es el del cartón que contenía la bomba de pólvora –desactivada- en el edificio de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) el 3 de octubre de 2008. Este ataque, reivindicado por el llamado Frente Anarquista Revolucionario (FAR), además de registrar una huella digital incompleta que no permitió el peritaje, ha sido puesto en duda como un montaje de Carabineros por los propios colectivos e individualidades que se adjudican los atentados.
La no coincidencia de las muestras tomadas a los detenidos refuerza la idea de que éstos no serían los autores de los atentados, hecho que fue anunciado hace varios meses por quienes, desde la clandestinidad, realmente se adjudican los ataques.
Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano