Con 20 minutos de retraso aterrizó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el helipuerto de la Base Naval de Rota, acompañado desde Madrid por el gobernador de Estados Unidos en España, James Costos. Le esperaba el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés; el Almirante General Jefe de Estado Mayor de la Armada, Jaime Muñoz-Delgado y el Jefe de la Base, Mike Macnichol, así como otros cargos militares españoles y estadounidenses. Tras visitar el destructor USS Ross, uno de los cuatro que componen el escudo antimisiles de la OTAN en el sur de Europa, Barack Obama entró aclamado por un millar de personas en un hangar preparado para la ocasión donde se dirigió a los militares y familias que viven en la base naval.
. Al ser interrumpido con gritos y ovaciones, Obama bromeó con que «los amigos españoles son más educados que nosotros. Nosotros gritamos mucho».
Obama pronunció un discurso en clave internacional y de defensa, pero donde también dejó referencias a España. «Tenemos un compromiso con nuestros aliados transatlánticos que no va a cambiar […]. Eso incluye una España fuerte y unida, uno de nuestros aliados más cercanos», subrayó.
Obama reconoció que la semana «ha sido muy difícil», haciendo alusión a los sucesos de Dallas. «He tenido que reorganizar pero no he querido pasar por alto visitaros para daros las gracias por vuestro servicio». Sacó a colación que su visita a Europa responde a la cumbre de la OTAN, «en un momento que es un reto». Enumeró como parte de ellos el terrorismo, los refugiados sirios, «la anexión de Ucrania por Rusia», o el Brexit, «que ha planteado dudas» en el seno de la reunión mantenida en Varsovia, en la que ha supuesto su quinta y última cumbre como presidente estadounidense.
El presidente norteamericano aprovechó para recalcar el compromiso con la Alianza Transatlántica, en la que EEUU «no podría tener mejor aliado que España», porque es -dijo- una «de nuestras naciones aliadas más fuertes, al tener valores compartidos como el pluralismo y la libertad». Recordó que durante más de 60 años España «ha acogido» a americanos. «Esta base es la prueba. Y además ha fortalecido lazos». Asimismo, aseguró que los dos países han trabajado «hombro a hombro, no sólo aquí, sino en coaliciones por el mantenimiento de la paz, en misiones humanitarias y contra amenazas como el ISIS». Por ello, se mostró convencido de que se va a «prevalecer sobre el terrorismo», y se estará a la altura «para dar también asistencia a los necesitados, y a ayudar a defender la soberanía de naciones como Ucrania». Porque la OTAN, señaló Obama, «es la alianza más fuerte que ha conocido el mundo». Por ello, el mensaje que quiso trasladar fue de «esperanza».
También tuvo palabras en tono de despedida. «El privilegio que he tenido de ser presidente de Estados Unidos es ver que somos un pueblo fuerte ante las pruebas de los que quieren dividir el mundo».
La expectación entre la población norteamericana ha sido máxima. Los acontecimientos de Dallas han alterado únicamente la parte lúdica de la visita oficial. La parte militar se ha mantenido intacta, como muestra clara del interés estratégico de la base para el Gobierno de EEUU. Y se trata de la primera vez que un presidente norteamericano visita Rota. Ni siquiera lo hizo Eisenhower, que firmó con Franco los Pactos de Madrid en 1953 que dieron origen a las bases estadounidenses en España.