A partir de este miércoles 13 de julio Theresa May será la próxima primera ministra de Reino Unido.
El actual jefe del gobierno británico, David Cameron, anunció que este miércoles 13 de julio formalizará su renuncia. Todo luego de este fin de semana la carrera por sucederlo diera un giro muy peculiar y, algunos dicen, muy femenino.
May, quien en 2013 reveló que padece de diabetes tipo 1, creció en Oxfordshire y es hija única de un vicario de la iglesia Anglicana. Conoció a su actual esposo, Philip, en la universidad de Oxford, donde estudió geografía.
Un desafortunado comentario de la viceministra de Energía, Andrea Leadsom, parece haber terminado de despejar el camino de la hasta hoy ministra de Interior hacia el número 10 de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro.
En una entrevista, Leadson sugirió que el hecho de tener hijos la hacía una mejor líder para asumir las riendas del país. De esa forma, la viceministra de Energía apuntó a uno de los aspectos más personales de May: ella no tiene hijos.
Y el lunes en la mañana, en medio de duras críticas, Leadson dio un paso atrás, retiró su candidatura y le ofreció su apoyo a May, quien se quedó sin rivales en la carrera por remplazar a Cameron luego de su renuncia por la victoria de Brexit en el referendo sobre la continuidad de Reino Unido en la Unión Europea.
Eso significa que, después de 25 años, Reino Unido volverá a ser gobernando por una mujer, algo nunca visto desde el gobierno de Margaret Thatcher. Aunque May llegará al cargo sin haber sido electa directamente por los votantes.
Por tratarse de un sistema parlamentario y, dada la actual mayoría absoluta de la que disfruta el Partido Conservador, el líder de ese partido tiene garantizado el puesto de primer ministro.
¿Pero, quién es la mujer que muchos consideran una muy digna heredera de la Dama de Hierro?
Una ministra experimentada
Theresa May, que cumplirá 60 años en octubre, ingresó en la Cámara de los Comunes por primera vez en 1992. Es una de las personas que durante más tiempo ha estado al frente del ministerio de Interior en la historia de Reino Unido y desde hace tiempo ha figurado en las listas de candidatos a liderar a los tories.
Desde el inicio de las votaciones secretas en el Parlamento, tras la renuncia de Cameron, mantuvo una clara ventaja, al punto que en la primera ronda obtuvo el voto de 165 parlamentarios: más que todos sus adversarios juntos. Y es considerada como una de las políticas más duras y astutas de Reino Unido.
Como ministra, ha sido elogiada por su imperturbable conducción del difícil ministerio de Interior, aunque su atractivo político ante las grandes masas aún debe ser probado. Fue objeto de críticas por el fracaso del gobierno de cumplir con la promesa de mantener la cifra de inmigrantes que ingresan al país por debajo de 100.000 personas al año.
Y en 2014 tuvo que despedir a uno de sus asesores más cercanos tras una agria polémica con su colega de gabinete Michael Gove sobre la mejor manera de combatir el extremismo islamista.
Pero sus partidarios la promueven como la candidata con la experiencia y el conocimiento necesario para gestionar los resultados de la votación sobre el Brexit, aunque oficialmente ella hizo campaña para quedarse en la UE.
Y, tras el referendo, May fue clara en el sentido de que considera que los resultados deben ser respetados.
«Brexit significa Brexit… no debe haber intentos de permanecer en la UE, ni intentos para volverse a integrar por la puerta de atrás ni una segunda consulta», dijo la ministra, quien en el pasado ya ha sostenido que Reino Unido deje de ser parte de la Convención Europea de Derechos Humanos.
May también dijo que cree que no debe haber elecciones generales antes de 2020 ni un presupuesto de «emergencia» a causa del Brexit.
Al momento de fijar sus objetivos ante las negociaciones para salir de la UE, May dijo que «debe ser una prioridad permitir a las compañías británicas comerciar dentro del mercado único de bienes y servicios, pero también recuperar el control sobre la cantidad de personas que ingresan al país desde Europa».
«Cualquier intento de evadir eso, especialmente por parte de candidatos que hicieron campaña para salirse de la UE enfocándose en el tema migratorio, sería inaceptable para los ciudadanos», agregó.
Y May ha sido clara en afirmar que no activaría el Artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, necesario para iniciar e proceso de salida de la UE, antes del final de 2016, para darle a Reino Unido tiempo para «finalizar» su posición en las negociaciones.