El abogado «de izquierda» funado por perseguir mapuche

«El Derecho chileno no conoce y, por ende, no comprende en magnitud el mundo mapuche (pueblo indígena de Chile y Argentina), lo que hace que se generen los conocidos conflictos entre mundo chileno y mundo indígena«. La cita pertenece a Hernán Alejandro Valdebenito Castillo, abogado de la Universidad Católica de Temuco. Es parte de un artículo publicado en la Revista Jurídica Regional y Subregional Andina 7, de cuando era profesor de la carrera de Derecho en la Universidad Arturo Prat. Eso fue en 2007.

Luis-García-Huidobro

Desde entonces han pasado casi 10 años. Hoy el profesional es parte del equipo jurídico de la Intendencia de La Araucanía, trabaja con Andrés Jouannet. En esa calidad es querellante en importantes causas que involucran a mapuche. Un hecho que el pasado miércoles le significó una «funa» por parte del ex religioso jesuita Luis García-Huidobro, reconocido defensor de las luchas de reivindicación del pueblo originario. 

Junto a una fotografía del abogado, García-Huidobro escribió un irónico texto en su cuenta de Facebook. «El es Hernán Valdebenito, un joven idealista, como se puede ver, que honra la memoria de Víctor Jara, Salvador Allende, El SubComandante Marcos y el Che Guevara», apuntó, aludiendo a la polera con la que aparece el abogado en la imagen, tomada el día del concierto realizado por la celebración de los 100 años de Salvador Allende. «Es comunista», agregó el ex jesuita, señalando: «Pone su talento en la persecución criminal» del movimiento mapuche.

Valdebenito, casado con la Directora Regional del Trabajo de La Araucanía, Maite Núñez Urquieta, sobrina de la Subsecretaria de Previsión Social, Julia Urquieta (PC), asegura que no es militante del Partido Comunista. Sin embargo, junto con reconocerse «de izquierda», agrega: «Yo pertenezco a la Nueva Mayoría».

Hernán Valdebenito

Contra Berkhoff y otros comuneros mapuche

Como miembro del equipo jurídico de la Intendencia de La Araucanía, Valdebenito ha sido querellante en varias e importantes causas contra mapuche. Como la de los cinco comuneros acusados de un «incendio en lugar no habitado» producido el 24 de diciembre de 2013, específicamente a una cabaña de veraneo del notario de Victoria, en Pailahueque, Ercilla. La Fiscalía pidió 10 años de prisión para los jóvenes.

Atendiendo a que la principal prueba de la participación de los muchachos y muchachas era un «testigo sin rostro», luego de dos meses de prisión preventiva la abogada de una de ellas, Carmen Manquepi Collipulli (19), solicitó el cambio de la medida cautelar por otra menos gravosa, con el fin de que la estudiante pudiera cursar cuarto medio. El abogado Valdebenito se opuso y el tribunal le dio la razón. “Me parece muy grave que tanto el poder judicial como el gobierno prefieran mantener a una persona que nunca ha tenido ningún tipo de contacto criminógeno en la cárcel, a que pueda continuar su procedimiento estudiando la enseñanza secundaria. La figura del testigo protegido continúa siendo un antecedente utilizado para mantener las prisiones preventivas de comuneros mapuches”, señaló entonces la abogada defensora Karina Riquelme.

Foto: radiodelmar.cl

Finalmente, frente a la falta de contundencia de las pruebas, el 21 de abril de 2015 el Tribunal de Angol resolvió liberar a la totalidad de los acusados, todos menores de 20 años. Junto a Carmen Manquepi, estaban Juan Patricio Queipul, sobrino del reconocido lonko Víctor Queipul, y Paulina Catrillanca, nieta del lonko Juan Catrillanca de la Comunidad de Temucuicui, entre otros.

El cuestionado abogado también fue uno de los querellantes en el caso de Emilio Berkhoff, quien en 2015 fue condenado a 5 años y un día de presidio por un supuesto porte ilegal de armas y municiones. La persecución contra Berkhoff fue la forma que encontró el gobierno de Sebastián Piñera para ponerle rostro e intentar nuevamente criminalizar a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), identificándolo desde un comienzo como uno de sus supuestos principales líderes.

El ex estudiante de Antropología de la Universidad Católica de Temuco, hoy en la clandestinidad, es considerado un preso político, tal como lo señala el Centro de Estudios y Promoción de los Derechos Humanos de la Universidad de la Frontera (UFRO), en donde el abogado Hernán Valdebenito también ejerció como docente.

El periodista Julio Vásquez Atenas tuvo a Hernán Valdebenito como ayudante de una asignatura para elaborar ensayos en la UFRO. «Le decíamos ‘payacito’, usaba un reloj de bolsillo y citaba a Camus con número de página y párrafo», recuerda. «Se hacía de izquierda», agrega Julio, cuestión que -dice- manifestaba básicamente a través de su discurso. «No con acción», apunta el periodista.

Otra causa en la que el abogado de la Intendencia participó como querellante fue en aquella abierta en agosto de 2015 en contra de trece comuneros mapuche que el viernes 28 de ese mes se habían tomado por más de 14 horas el edificio de la Gobernación de Malleco, en Angol. Se les imputaban los delitos de amenaza y atentado a la autoridad, daños y desórdenes públicos.

Y también Valdebenito fue querellante en el juicio oral realizado en Angol a fines de noviembre de 2015, en donde se condenó a Juan Patricio Queipul Melinao a 3 años y 6 meses por el delito de incendio, más 541 días por porte ilegal de arma, y a Hugo Melinao Licán a 4 años, también por incendio. A ambos se les estableció el cumplimiento en libertad, frente a lo que la Intendencia actuó pidiendo que se anulara dicho juicio y se realizara otro en el que se les impusieran penas efectivas de cárcel.

«Aquí se persiguen delincuentes»

Los apellidos Melinao y Lican se volverían a repetir posteriormente en el juicio en contra de tres integrantes de la emblemática comunidad Wente Winkul Mapu -quienes están acusados por la fiscalía como coautores de un ataque a un retén de carabineros en Chol Chol- y que ha vuelto a poner al abogado Hernán Valdebenito en la mira.

«En las causas contra comuneros mapuche, cuando la Fiscalía pide 10 años de cárcel, el compañero Hernán pide 30, cuando la fiscalía desiste, el compañero persevera, cuando los jueces no encuentran pruebas, el compañero apela», escribió el ex religioso Luis García-Huidobro.

Como consigna El Desconcierto, la acusación de la fiscalía señala que “Elisa Rojas, previamente concertada con Daniel Melinao, Juan Pablo Lican y otros sujetos, viajaron desde Ercilla a las comunas de Chol Chol y Galvarino con la finalidad de cometer diversos delitos”. Hechos que se llevaron a cabo el 2 de octubre de 2014 en Chol Chol en medio del cortejo fúnebre de José Quintriqueo, comunero mapuche asesinado por un trabajador al interior del fundo Nilpe.

Según la acusación, al pasar por fuera del retén de esa localidad, un grupo de encapuchados descendió de una camioneta conducida por Elisa Rojas, lanzando hacia el interior del cuartel tres bombas molotov, desatando un principio de incendio. Luego de eso, asegura el Ministerio Público, el grupo habría apaleado un bus y quitado una cámara fotográfica a un funcionario de la Municipalidad de Galvarino.

Junto con asegurar que el proceso en contra de él y sus compañeros obedece a una persecución política, en entrevista con El Desconcierto el werken Daniel Melinao repudió el actuar del gobierno en esta causa a través del rol que está jugando el abogado Hernán Valdebenito.

Daniel Melinao

El Ministerio Público exige 25 años de cárcel para Melinao y Juan Pablo Lican, y 17 en el caso de Elisa Rojas. La Intendencia, sin embargo, exige penas superiores a las de la fiscalía y busca que las condenas alcancen los 27 años.

El abogado responde a los cuestionamientos indicando que los 27 años que están pidiendo se justifican porque se están imputando cuatro delitos. «Calificamos de manera distinta los hechos», señala, explicando que, por ejemplo, se separa del incendio el uso de bombas molotov, el que implicaría sumar condenas por 5 años.

«Es el trabajo que hace cada uno», dice Valdebenito, agregando que «no solo se presentan querellas por indígenas» y que «actuamos frente a todo acto que sea de connotación pública», como «secuestros graves, incendios o violaciones». Respecto al caso puntual de la persecución contra mapuche, señala: «Aquí se persiguen delincuentes, por delitos, sea de la etnia que sea».

Por Daniel Labbé Yáñez