Fiscalización fraudulenta de la Inspección del Trabajo que ampara el proceder abusivo de la empresa de buses Pullman del Sur, es lo que reclaman los trabajadores del Sindicato de la misma. Más de 10 horas de trabajo diarias, liquidaciones de sueldo alteradas y trabajadores sin descanso por meses y años, forman parte del escenario laboral de los empleados.
Hace más de 5 años que los trabajadores de la empresa Pullman del Sur cuyo lema es “seguridad, responsabilidad y eficiencia”, trabajan en condiciones que en voz del presidente del Sindicato de la compañía, Marcelo Sumonte, “no son las mínimas de dignidad laboral”. La lista de hechos es larga y así lo relata a El Ciudadano.
Las horas trabajadas superan las 10 diarias, cuando lo normal es que los conductores no manejen más de 5 horas seguidas. Los períodos normales de descanso (cada diez días trabajados, cuatro de descanso) no se cumplen, y el tiempo destinado a vacaciones por ley (15 días anuales con pago de sueldo completo) pueden ser negociados con la empresa siempre que acepten reducir en 50% lo que recibirán mientras dure su “relajo”.
A lo anterior hay que agregar la ilegalidad en que incurre la empresa al negarle a sus funcionarios la obtención de una copia del contrato de trabajo. El portavoz del Sindicato dice que “pasan dinero por debajo”, cuando en sus liquidaciones de sueldo aparecen montos inferiores a los que reciben, por lo que las califica de fraudulentas.
INTERVENCIÓN DE LA INSPECCIÓN DEL TRABAJO
Durante la conversación sostenida con el representante de los trabajadores, Sumonte relató que llamaron a la Inspección del Trabajo en diversas ocasiones para reclamar por el mal ambiente laboral que los afecta. El resultado fue la visita de dos de sus personeros, el director regional del trabajo Santiago Poniente, Ramón Ferrada y luego del jefe de la Inspección Comunal del Trabajo (ICT) Santiago Poniente, Nibaldo Sánchez.
En primera instancia, Ferrada comprometió su ayuda para solucionar los problemas que aquejaban a los miembros del Sindicato y según cuenta el presidente, el director regional habría dejado a manos de Sánchez concretar un plan de acción. Sin embargo, tras una serie de conversaciones, Sumonte afirma que Nibaldo Sánchez dijo que la Inspección del Trabajo tiene atadas las manos y que les convenía (al Sindicato) recurrir a otras instancias, como tribunales.
Aunque tanto Ferrada como Sánchez fueron testigos presenciales en charlas previas con el Sindicato, durante su informe presentado el 11 de agosto de 2010, la evaluación con motivo del reclamo de los trabajadores por (entre otras razones) las más de 70 horas semanales de labores, señala:
“Conforme a registro de asistencia y entrevista con trabajadores respecto de administrativos, mecánicos, bodegero y de nochero, es de 45 horas semanales distribuidas de lunes a sábado”. Conclusión: “No detecta infracción”.
Del personal en que se basó el informe, Sumonte asegura que sólo los administrativos fueron consultados, y que pese al contacto previo con las autoridades de la Inspección del Trabajo, no consideraron su participación. Se agrega a lo anterior, que los nocheros reclaman (por medio del Sindicato) la manipulación de la empresa del registro horario de su entrada y salida.
En entrevista telefónica, el jefe de la Inspección Comunal del Trabajo (ICT) Santiago Poniente, Nibaldo Sánchez, explicó que no existen otros medios de prueba para la Institución que los registros de control de asistencia presentados por la empresa y que por ley, no pueden considerar los testimonios de las personas.
En relación a la no participación de 3 de los 4 grupos de trabajadores mencionados en el informe, Sánchez indicó que la Dirección Regional de Transportes y Telecomunicaciones es la encargada de efectuar el procedimiento en terreno. Por ende, de haber un ilícito en el procedimiento, ellos serían los responsables.
LA RESPUESTA DE LA EMPRESA
El Ciudadano contactó a Pullman del Sur y solicitó hablar con su presidente, Manuel Espíndola Sánchez. Luego de mencionar la variedad de temas que el Sindicato de la Empresa reclama, la respuesta de una señora, que no se identificó, fue: “No lo va a atender nadie, tiene que venir personalmente”. Acto seguido, le pedimos la dirección física para una entrevista y ante esto, la misma persona enojada, espetó: “¡Tampoco! …no tengo ninguna obligación de dársela, ¡hasta luego!”, y colgó el teléfono.
El Sindicato de Trabajadores de Pullman del Sur hará uso de su derecho a huelga, y en este contexto, instó a la empresa y autoridades de Gobierno a que escuchen sus demandas.
Por David Abrigo B.
El Ciudadano