Tras los primeros movimientos militares, el Ejército turco impuso la ley marcial o toque de queda a lo largo y ancho de todo el país, desplegando tanques en las autopistas de acceso a Estambul y Ankara, apoyados por blindados, cazas y helicópteros del Ejército, bloqueando las redes sociales Facebook y Twitter.
A pesar de que los medios locales cuentan con muy poca información oficial, las redes están repletas de testimonios sobre la presencia de aviones militares F-16 y varios helicópteros y el bloqueo de dos puentes sobre el estrecho de Bósforo en Estambul.
En tanto, presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a través de un mensaje emitido por Facetime, calificó el levantamiento de «una rebelión de un pequeño grupo de soldados que lamentarán amargamente haberse alzado contra el Gobierno», así como asegurar que la situación en el país se normalizará lo antes posible.
La gente parece responder a petición de #Erdogan #Turquía.@SinanCanan en #Periscope: Darbe akşamı-2 https://t.co/s7hWsyguSZ
— Yonatan. (@YonatanGarcia84) 15 de julio de 2016
Erdogan también reconoció como correctas y necesarias las declaraciones del primer ministro turco, Binali Yildirim, quien afirmó ante la prensa que los militares actúan por su propia iniciativa y que «pagarán duras las consecuencias».
El presidente de Turquia esta en este momento hablándole a la país via FaceTime pic.twitter.com/5Et0EM5FzB
— BuzzFeed en español (@BuzzFeedEspanol) 15 de julio de 2016