FUNDAMENTOS
Muestra el proceso burocrático al que es sujeto el artista para poder financiar el desarrollo de una obra. Una sucesión de actos administrativos, acumulación de documentos, alternado con material visual, producto de la gestión del Colectivo Arte Bajo Cero y su relación con distintas instituciones. De este modo, la mecánica de comunicación con estos diversos órganos o personas es formalizada. Se trata de un rito impuesto, un procedimiento sistematizado generalmente en formularios, en que se solicita y demanda algo a la autoridad, o se cumple una orden dada por ella.
El relato expone cartas de apoyo otorgadas al Colectivo por diversos organismos, junto a las fichas de evaluación de los concursos a los que se ha postulado, y no han sido seleccionados. Además un expediente libro-objeto, lo que en conjunto evidencia la necesidad de autogestión producto de las políticas neoliberales. La presencia/ausencia del Estado, por un lado cómo garante en la selección de ideas afines a su política cultural, por otro, como garante de exclusión de líneas que escapan a su proyecto hegemónico.
CURATORÍA
El trámite del arte, el arte del trámite.
Encontrar ideas que de-tengan la fuerza del aparato burocrático y potencien su destrucción.
Si las acciones y las prácticas artísticas dependieran de las políticas públicas, posiblemente el destino de muchas de las expresiones estéticas de este siglo y del siglo pasado no se habrían materializado nunca. A partir de Weber no podemos dejar de pensar el lugar de la burocracia como espacio de ejercicio del poder. Cuerpos que llenos de energía vital ingresan y habitan la máquina estatal y van perdiendo de a poco el brillo de sus ojos.
En Der Prozess, Kafka detalla los mecanismos burocráticos que constriñen los cuerpos. La ficción del checo, acerca del orden del Estado expresado en la administración de los cuerpos, se materializa de forma dramática en los campos de concentración en la Alemania nazi y en las versiones latinoamericanas de los centros clandestinos de detención. Auschwitz-Birkenau, Treblinka, Belzec y Dachau, y sus correspondientes variantes regionales: La ESMA, El Olimpo, Colonia Dignidad, entre otros, no han sido más que una prueba desmedida de hasta donde pueden llegar los procesos de administración de la vida.
Así mismo, podríamos pensar siguiendo a Adorno, que tal como se agotó la poesía después de Auschwitz, se va agotando la potencia estética de transformación de la vida cuando el arte se funde en la máquina burocrática. Quizás la burocracia se presente como una prueba desde donde podemos entender dos tendencias:
– la de aquel arte que se consume y se produce para aceitar a la máquina donde cientos de comprobantes, papeles, documentos, fundamentos, requisitos, permisos, fundamentaciones, autorizaciones, presupuestos, etc. Se ensalzan y se enorgullecen de existir.
– la máquina conmovedora que haciendo trampas actúa el buen comportamiento superando las pruebas para luego, como en un golpe magistral, oxidar la máquina burocrática.
Este escrito es una tuerca desajustada dentro del aparato de la burocracia en el arte. Con esta producción Arte Bajo Cero busca dejar en evidencia esos pasos y procesos que entorpecen la producción creativa sometiendo a la misma y al deseo, a una serie de operatorias inútiles solo por la voluntad de mostrarse y aparecer. La muestra se relata en papeles que muestran. La muestra habla desde papeleríos que la demuestran. El arte trae la vida, la burocracia acerca la muerte.
Por V. Nicolás Koralsky/Curador