La pensiones promedio por retiro en el mundo castrense han aumentado en un 75% durante la última década. Así, la media de jubilaciones en tres ramas de las Fuerzas Armadas alcanzó los $866 mil pesos.
La información, consignada por La Tercera, tras datos solicitados a la Caja de Previsión de Defensa Nacional (Capredena) aparece en medio de la polémica surgida debido a las altas pensiones en Gendamería -dependiente de Dipreca- y del escándalo que provocó la filtración de la millonaria jubilación de Myriam Olate, ex funcionaria de la institución y esposa del diputado Osvaldo Andrade.
Las cifras contrastan de forma abrupta con la realidad de pensiones en el mundo civil, lo que ha sumado más cuestionamientos a la justicia del funcionamiento del sistema de AFP’s en Chile. En este sentido, en opinión de Luis Mesina, vocero del movimiento No+AFP, es necesario diferenciar las verdaderas razones del problema.
«Hay una estrategia impulsada por las AFP’s, este gobierno y la derecha con el objeto de realizar una campaña de descrédito de los sistemas de reparto y para eso no van a trepidar incluso en cuestionar lo que son las pensiones de Capredena y Dipreca», sentencia.
Sin embargo, el problema no es precisamente el modelo que hoy funciona para los jubilados de las Fuerzas Armadas: «Justamente tenemos que avanzar hacia un sistema solidario de reparto, evitando las frescuras, los abusos y las discriminaciones», consigna el dirigente.
La petición de los diversos grupos ciudadanos que hoy se organizan para exigir un cambio en el sistema de pensiones es que exista un modelo contributivo donde los jóvenes aporten a sustentar a los sectores más viejos de la población, como ocurre en numerosos países.
«Este sistema no ofrece ninguna posibilidad de enfrentar los cambios demográficos, sólo los agrava y hace que los más pobres subsidien a los más ricos, porque en realidad los más pobres mueren antes y al extender las expectativas de vida, los que se benefician son los que viven más, que son los que más tienen», argumenta Mesina.
EL DERROCHE FISCAL
A la hora de analizar las altas pensiones percibidas por el mundo castrense, cuyo financiamiento abarca en un 90% la contribución directa del Estado, las voces son enfáticas: «Las pensiones del mundo civil son apenas una cuarta parte de las del sistema de Fuerzas Armadas«, recalca el economista Manuel Riesco. De hecho, en términos concretos, las jubilaciones promedio de la mayoría de los chilenos sólo ha disminuido en la última década.
Por su parte, Mesina asegura que «no me parece que el Estado tenga que destinar tantos recursos para mantener a una casta parasitaria de altos oficiales que se jubilan a una edad muy temprana con pensiones millonarias».
Los especialistas aseguran que el déficit fiscal que existe en cuanto pensiones -que según proyecciones alcanzaría los US$ 3.856 millones para la mitad de este siglo- se debe precisamente a la naturaleza del sistema de AFP’s. Además, aunque las cotizaciones suman 500 mil millones de pesos, el fisco le entrega cada mes subsidios monetarios a las Administradoras de Fondos Previsionales, en forma de bonos y reconocimientos, además de los aportes previsionales solidarios.
«Son cerca de 50 mil millones mensuales adicionales. Así, las AFP’s se quedan con casi todas las cotizaciones, porque con ese dinero les alcanza para pagar todas las pensiones y les sobra plata. Esto viene pasando hace años y quieren que siga pasando siempre. Lo peor es que no van a devolver nunca ese dinero porque la otra mitad se presta a los grandes grupos económicos», apunta Manuel Riesco.
Tras las propuestas de la Comisión Bravo, el Comité de Ministros quedó con la tarde de trazar una ruta para la realización de cambios al sistema de pensiones, pero las propuestas aún no se han materializado, con apenas una sesión de trabajo y el proyecto de AFP estatal -promesa de campaña- detenido.
LA COMISIÓN BRAVO Y EL LLAMADO A MOVILIZARSE
Aunque son múltiples las voces que piden el regreso del modelo de reparto solidario, el mismo David Bravo se encargó de descartar la idea, asegurando que «la Comisión indicó que la propuesta de ir a un régimen de reparto (para todos) no es viable».
Desde el movimiento No+AFP miran con especial crítica el trabajo realizado por la Comisión Bravo: «Hicieron una descripción del sistema que ya todos conocían y se gastaron no sé cuántos recursos del Estado para terminar concluyendo que había que aumentar la expectativa de vida de mujeres y hombres y aumentar la tasa de cotización. Además, el señor Bravo es un ferviente representante de los grupos que defienden las AFP’s así que no nos da ninguna confianza».
Manuel Riesco, sin embargo, destacó que por primera vez un documento oficial del Estado chileno reconoce que el sistema de AFP’s fracasó y no será sostenible en el tiempo. «Dos de las tres propuestas proponen reestablecer el sistema de reparto, luego de que lo denostaron«, comenta, ejemplificando los modelos que hoy rigen a países como Argentina y Suecia.
En estos casos, al contrario de las afirmaciones que anticipan una crisis para el sistema de pensiones, se permitió que las jubilaciones se reajustaran todos los meses, sin alzas en la tasa de cotizaciones y con un ahorro importante para el Estado. «Se ahorraría 2 billones de pesos al año, que es toda esta plata que pone todos los meses a las AFP’s», apunta Riesco.
El próximo domingo 24 de julio será la oportunidad de la ciudadanía de manifestarse masivamente ante la crisis del sistema de pensiones en Chile. Organizaciones sociales llaman a movilizarse en todo Chile, a través de diversas convocatorias locales que circulan en redes sociales. En la capital, la marcha ya está fijada para las 11 de la mañana en Plaza Italia y fue autorizada por la Intendencia.
«Esperamos congregar una cantidad importantes de familias para decirles a las autoridades políticas de este país que si intentan maquillar un sistema que ya nació condenado al fracaso, les vamos a pasar la cuenta. Ojalá la ciudadanía se convenza de que la pelea no sólo se da por las redes», finalizó Mesina.