ALIMENTOS RICOS EN SAL
El consumo elevado de sal aumenta la presión arterial y hace que se acelere el ritmo de tu organismo. Si disminuyes el consumo de sal, además de disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, ayudarás a que tu cuerpo esté más relajado y a evitar sentirte muy ansioso durante el día.
ALIMENTOS MUY ESPECIADOS
Algunas especias tienen propiedades curativas o medicinales, sin embargo, cuando se consumen en grandes cantidades, resultan altamente estimulantes para el organismo. Si vas a consumir alimentos especiados, lo mejor es que lo hagas un buen rato antes de irte a la cama, para que no te impidan dormir y, en todo caso, si estás teniendo problemas para manejar el estrés, evita consumir este tipo de comidas por un tiempo, para que veas cómo reacciona tu cuerpo y qué tanto influyen sobre él la especias.
CAFEÍNA
La cafeína es uno de los estimulantes más conocidos y más habituales. Si tomas refrescos de cola, café, té o bebidas energéticas, es probable que pases el día en alerta y que te sea difícil relajarte. Si tienes estrés, estas bebidas intensificarán el malestar y, consumidas en exceso, pueden impedir que descanses.
ALIMENTOS CON GRAN CONTENIDO DE AZÚCAR
Los alimentos muy dulces hacen que los niveles de energía del cuerpo se disparen de inmediato. Por eso cuando consumes alimentos ricos en azúcar, de inmediato sientes que tus niveles de energía se elevan, poniendo al organismo en condiciones de estrés. Y aun peor: los niveles de energía derivados del azúcar descienden tan fácilmente como subieron, así que después del período de estimulación vuelves a sentirte cansado y con la necesidad ¡de consumir más azúcar!
EL ALCOHOL
Tenemos la idea de que el alcohol sirve para relajarnos, pero lo cierto es que causa tantas alteraciones en el organismo que termina por generar mayor sensación de estrés. El alcohol, especialmente cuando sobrepasa el nivel saludable estimula la producción de adrenalina y pone el organismo en tensión nerviosa.
Peor aún, cuando te encuentras en estrés, el cuerpo genera sustancias tóxicas que necesita filtrar. El alcohol dificulta el trabajo de limpieza del hígado y hace más difícil que el cuerpo lleve a cabo esta tarea de desintoxicación.