Las tendencias más conservadoras del mundo político se enfrentan por disyuntiva ante posibles uniones legales de parejas convivientes. El debate entre la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional se centra en el pleno avance de las iniciativas respecto al matrimonio entre parejas del mismo sexo y ubica en una situación difícil al gobierno de Sebastián Piñera, que deberá decidir sobre el proyecto final que será enviado al Congreso.
Con una serie de desacuerdos y polémicas declaraciones continúa el debate por la legalización de las uniones civiles en parejas convivientes. Mientras el Gobierno ha aclarado que su postura no apunta derechamente a la instauración de un matrimonio homosexual, los partidos del oficialismo disputan la aceptación de sus ideas para establecer el proyecto que mejor represente los valores compartidos por el Gobierno.
En palabras del ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, “el objetivo es, sin dañar el matrimonio, producir también una solución para los problemas de todas aquellas personas, ya sean heterosexuales u homosexuales, que conviven en pareja”. Larroulet agregó, además, que “hay que cuidar una institución como el matrimonio y por eso hemos estado trabajando en el Gobierno en una iniciativa durante varios meses”.
El debate pretende cumplir una de las promesas electorales de Sebastián Piñera, quien aseguró que iba a resolver la situación legal en la que viven más de 2 millones de chilenos que son pareja y no están casados. Dicha situación expone a los convivientes a problemas por la autoridad para recibir herencias, entre otras disyuntivas jurídicas por ausencia de garantías legales.
PROYECTOS ENFRENTADOS
El partido de la Unión Demócrata Independiente (UDI) acaba de dar a conocer el proyecto que reconoce la voluntad de reformar legalmente estatutos que permitan regular la situación de parejas convivientes, incluidas aquellas del mismo sexo, pero se rehúsa a crear un contrato civil que vaya a certificar esta unión.
Juan Antonio Coloma, presidente de la UDI, señaló: “No somos partidarios de un matrimonio homosexual ni de generar instituciones parecidas pero alternativas al matrimonio, sino que respecto de temas de convivencia y problemas que surgen de aquella, modificar normas”.
La propuesta no ha conseguido el consenso de los propios miembros de la UDI, quienes han manifestado sus reparos respecto al proyecto que ya fue enviado al presidente Sebastián Piñera para su evaluación, tal como declara el diputado Gonzalo Arenas: “Hicimos varios reparos sobre temas de forma y fondo del documento, que vamos a acompañar para la próxima comisión política, que es el próximo lunes, donde vamos a debatir más en detalle la propuesta oficial del partido. Esperamos que sea una propuesta unitaria, pero para eso debe reflejar los sentires de todas los representantes de la UDI”.
Arenas expresó que “el documento de la UDI que ha aparecido en los medios no revela la postura oficial del partido” y anunció la presentación de una nueva iniciativa, creada en conjunto a la diputada María José Hoffman y que ya cuenta con el patrocinio de 15 miembros del partido gremialista.
Mientras, en Renovación Nacional criticaron el proyecto y reforzaron la necesidad de legislar sobre una iniciativa como la propuesta por el senador Andrés Allamand, llamada “Acuerdo de Vida en Común”, que básicamente consiste en un contrato firmado ante el Registro Civil que también otorga garantías de herencia y patrimonio. La celebración de dicho acto jurídico es lo que produce molestias en el gremialismo, por ser considerado similar a la institución que actualmente rige sobre el matrimonio.
El diputado Ignacio Godoy criticó la actitud de la UDI, argumentando que “lo que la UDI intenta hacer es dejar contento a un grupo muy pequeño de gente conservadora y al mismo tiempo no bajarse de un tema que todos entienden que es relevante”. En esta misma línea, la parlamentaria Karla Rubilar declaró: “Existe una diferencia sustancial entre ambos proyectos, porque la convivencia es una opción legítima, valedera y respetable. Y para la UDI parece ser una anormalidad que se debe regular cosméticamente”. Respecto a la participación de la UDI en el debate, la diputada RN recordó que “fueron ellos quienes se opusieron, durante la campaña presidencial, a que se hablara de parejas gay y uniones de hecho”.
Por su parte, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) explicitó a través de un comunicado público su total desacuerdo con la propuesta gremialista, puesto que “la UDI desconoce y rechaza el amor y los afectos de los convivientes y por tal razón en su propuesta deja expreso que el vínculo no puede formalizarse, lo que es ofensivo y discriminatorio porque se trata a estas parejas como sociedades comerciales, donde lo único que importa es resolver problemas económicos”.
Según lo estipulado por la organización que defiende los derechos de homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales, “estamos hablando de amor y afectos y la UDI quiere imponer el matrimonio como la única opción para los heterosexuales y además persiste en negarlo, sólo por homofobia, a los homosexuales. Visiones conservadoras como esta, que responden a intereses religiosos, violentan el Estado laico”.
El organismo manifestó su intención de defender los proyectos que se encuentran actualmente en el Parlamento, como son el Acuerdo de Vida Común, impulsado por Allamand, y el Pacto de Unión Civil, pensado por Movilh con asesoría de abogados especialistas en la materia.
Respecto a la decisión final que deberá tomar el Gobierno respecto al tema en discusión, en la entidad señalaron que “sería impresentable que la cara liberal mostrada por el presidente Sebastián Piñera en las pasadas elecciones, quede reducida a nada y ceda a las presiones de los grupos más homofóbicos y conservadores del espectro político. Si el Presidente ha hablado de una derecha liberal y democrática, esta una oportunidad clara para dar cuenta real de ello”.
Por Vanessa Vargas Rojas
El Ciudadano