Estos son 5 libros que deberías leer si te gustó Trainspotting

A 20 años de su estreno, Trainspotting sigue cosechando adeptos debido a que presentó la realidad de la vida de los adictos a la heroína

Estos son 5 libros que deberías leer si te gustó Trainspotting

Autor: Carlos Montes

A 20 años de su estreno, Trainspotting sigue cosechando adeptos debido a que presentó la realidad de la vida de los adictos a la heroína. A pesar de que el libro, de Irving Welsh, es una obra maestra por sí misma, fue la adaptación fílmica, dirigida por Danny Boyle, la que conmovió —y aún lo hace— a toda una generación. Esto no se debió a que reflejara los horrores de la drogadicción de manera desencarnada, sino por todo lo contrario: de pronto, las vidas de Renton, Spud, Sick Boy y Begbie parecen atrayentes, pues el espectador se identifica de lleno con la camaradería que se proyecta entre el grupo de junkies, el hartazgo y desazón hacia la sociedad, el capitalismo y ese sentimiento de que todos somos como hámsters en una rueda, trabajando y moviéndonos en un círculo que no va hacia ninguna parte.

El hecho de que la historia se desarrolle en Escocia a finales de los 90, no ha disminuido la compenetración del público con la obra, al contrario: la trama de la historia es más actual que nunca en un mundo que, pareciera, se está cayendo a pedazos. La musicalización de la misma corre a cargo de genios como Blur, Pulp, Lou Reed e Iggy Pop, y no son más que la cereza del pastel de esta obra maestra.

A pocos meses de que se estrene Porno, la secuela de Trainspotting, te recomendamos cinco libros que debes de leer si quieres indagar más en el mundo de los adictos, sin tener que pincharte las venas.

1. Yonqui (1953) — William Burroughs


El adicto de la cultura pop por excelencia: William Burroughs, escribió Junkie, una historia en la que relata de manera cruda su “estilo de vida” como usuario y dealer de distintas drogas, principalmente heroína, a principios de los años 50. Lo que hace aún más interesante leer esta novela es identificar a los grandes escritores de la Generación Beatocultos entre las páginas del relato semi-autobiográfico. Además, se dice que lo escribió justo después de matar a su esposa, Joan Vollmer Adams, en un departamento de la colonia Roma en 1951.

2. Tristessa (1960) — Jack Kerouac


Siguiendo por los borrascosas terrenos de las desordenadas vidas de los escritores beat, tenemos Tristessa, de Jack Kerouac. En esta novela, también semi-autobiográfica, cuenta la historia de cómo llegó a la Ciudad de México y se enamoró de Tristessa, una prostituta mexicana adicta a la morfina. Si te gusta la forma de escribir de Kerouac, el stream-of-consciousness, es un hecho que tienes que leer Tristessa, pues el autor no sólo se deja llevar por la narración de manera casi meditativa, sino que da la impresión de que escribe en muchos de sus “viajes”, y lleva al lector a la médula de la vida misma a través de los ojos de un adicto. Las detalladas descripciones del entorno gris y tumultuoso, contrastan con la ternura y amor con las que concibe a Tristessa, su musa.

3. Speed (1970) — William Burroughs Jr.


Ser el hijo del “santo” de los adictos no es tarea fácil, sobre todo si también quieres ser escritor y narrar tus experiencias con las drogas, pero William Burroughs Jr. encontró su propio infierno y escribió Speed. Sin caer en clichés ni daddy issues, narra de manera única y original lo que vivió al usar metanfetaminas.

4. Fear and loathing in Las Vegas (1971) — Hunter S. Thompson



Muchos hemos visto la adaptación fílmica del 98, protagonizada por Johnny Depp y Benicio del Toro, pero leer el libro tiene su propio encanto. En esta novela, también de carácter semi-autobiográfico, Thompson se adentra en lo que pasa cuando se rompe la ilusión de los 60: el verano del amor no es más que los restos de basura que quedaron en la playa, al romperse la ola de fantasía de la cultura hippie.

5. Trainspotting (1996) — Irvine Welsh

Ya hablamos de esta obra, pero sí sólo has visto la película, te recomendamos que profundices un poco más en el libro y disfrutes de todas esas partes que se perdieron en la adaptación cinematográfica. El libro no sólo retrata la adicción a la heroína y sus consecuencias, nos muestra el hastío de los jóvenes ante una sociedad con valores obsoletos, que exclama: “prefiero dedicarme a la heroína, antes de subirme a su círculo vicioso y capitalista al que llaman vida”. Hay una escena en particular que faltó en la película, y que sin duda debes leer: cuando una de las protagonistas, harta de la sociedad heteropatriarcal en la que vivimos y de las situaciones misóginas que tenemos que soportar todos los días, le da a los clientes del restaurante en el que trabaja “una sopa de su propio chocolate”.

Es difícil escribir acerca de las drogas sin irse a los extremos, sin sonar indulgente o moralista. Estos autores logran relatar sus experiencias de manera realista, sin deseo de redención, pues en sus historias, las drogas no son la enfermedad sino el síntoma de la desilusión, la apatía y la rebeldía en contra de la sociedad que los decepcionó.

Vía: Cultura Colectiva


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano