Júpiter, el quinto planeta desde el Sol, gigante de gas y sujeto de observación de la misión Juno, es enorme. Realmente enorme.
Es tan grande, que en rigor no orbita al Sol. Con una masa que es más del doble que la de todos los otros planetas del Sistema Solar juntos, es lo suficientemente grande como para que el centro de gravedad entre él y el Sol no esté realmente en el centro de la estrella. Más bien, está en un punto del espacio justo por sobre la superficie del Sol.
Cuando un objeto pequeño orbita a uno grande en el espacio, el que tiene menos masa, en realidad no viaja formando un círculo perfecto alrededor del más grande; lo que hacen ambos objetos es combinar sus órbitas alrededor de un centro de gravedad común.
En situaciones con las que estamos familiarizados, como la Tierra orbitando al tremendo objeto que es el sol, el centro de gravedad está tan cerca de su centro que el impacto de este fenómeno es insignificante. Entonces, el cuerpo más grande parece no moverse mientras el más pequeño dibuja un círculo alrededor.
Pero en la realidad siempre es más complicado que en la explicación.
Por ejemplo, cuando la Estación Espacial Internacional (EEI) orbita a la Tierra, ambas orbitan su centro combinado de gravedad. Pero ese centro es tan absurdamente cercano al verdadero centro de la Tierra, que el movimiento del planeta alrededor del punto es imposible de identificar, entonces lo que se ve es que EEI describe un círculo casi perfecto alrededor del cuerpo celeste.
Lo mismo aplica cuando la mayoría de los planetas orbitan el Sol. Éste los supera tanto en tamaño, que sus centros de masa con el sol recaen muy profundo dentro de la estrella.
Pero esto no pasa con Júpiter. El gigante gaseoso es tan enorme que su centro de masa con Sol, o baricentro, recae realmente a 1.07 radii del centro del sol, lo que dicho de otra forma es un 7% de un radio solar por sobre la superficie del Sol. Ambos; Sol y Júpiter, orbitan alrededor de este punto en el espacio.
Este GIF de la NASA lo grafica:
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En esencia, es así como Júpiter y el sol se mueven juntos en el espacio que comparten, aunque las distancias y los tamaños son diferentes. Júpiter sigue siendo sólo una fracción del tamaño del sol.
Por IFLScience
Trad, CCV, El Ciudadano