Lo mejor es que cuando estéis a solas y todo apunte a que vais a acabar en la cama, alargues lo máximo posible los preliminares Cuanto más excitada y lubricada estés, menos doloroso será el momento de la penetración.
Por supuesto, no olvidéis usar una generosa cantidad de lubricante extra para que su miembro entre y salga con suavidad evitando posibles rasgaduras en el interior de la vagina. Para casos como el vuestro, lo ideal es que optéis por lubricantes a base de agua ya que combaten mejor la sequedad vaginal (podéis encontrarlos en farmacia). Y por último, adopta una postura en la que tú controles la profundidad de la penetración, como por ejemplo tú sentada sobre él.