Según el abogado de la Fundación Desierto de Atacama, Alonso Barros la empresa explotadora del litio en Aatacama, Soquimich está comprando voluntades políticas de todos los sectores y pagando a personal fiscalizador del proyecto que extrae millones de litros de agua del mayor depósito salino de Chile.
“Cuando yo digo responsablemente que aquí ha habido cooptación de funcionarios públicos, en la Región de Antofagasta, lo tengo todo documentado. La Fundación Desierto de Atacama ya presentó una querella por la licitación fallida del litio.”, denuncia Barros agregando que el desastre ecológico es un incumplimiento de la cuestionada minera, que está secando el Salar de Atacama, provocando con esto la destrucción de la flora y fauna, especialmente la desaparición de los flamencos que habitan la zona.
Luego que se supiera que la Comisión Investigadora, sobre el daño ambiental en glaciares y salares realizara una visita al Salar de Atacama, la empresa controlada por Julio Ponce, yerno de Pinochet, anunció un acuerdo con la estadounidense Rockwood Lithium, para impulsar un supuesto esfuerzo conjunto y cuidar el ecosistema del Salar de Atacama, donde ambas compañías tienen operaciones.
Este acuerdo fue calificado como «dudoso» por parte del diputado Marcos Espinoza, quien es el presidente de la instancia fiscalizadora, que observa el deterioro provocado por las empresas mineras que trabajan en la zona.
“Curiosamente, cuando nosotros estamos acá, en el Desierto de Atacama, para fiscalizar si se están cumpliendo los convenios y protocolos establecidos en materia de medio ambiente y extracción de recursos hídricos, logran un acuerdo impresionante, por decirlo de alguna manera, SQM y Rockwood, en materia de sustentabilidad en el Desierto de Atacama.”
Por su parte el vocero de la Agrupación de Defensa del Salar, Carlos Iriarte, agregó que, derechamente se está robando agua, “Es un acto criminal”, pues se supera ampliamente la cantidad hídrica que tiene autorizada la compañía explotadora del Litio. así también apeló a la responsabilidad ética y moral del Estado, que tiene la obligación de proteger y garantizar los espacios donde existe la vida, “pero lo que aquí sucede es contrario a eso.”
Mientras que en la Región de Antofagasta, hace más de tres años no se ha constituido el tribunal ambiental, a partir de imágenes satelitales, se ha advertido que algunas lagunas y praderas en el Salar de Atacama se están reduciendo o secando, y la Comisión Forestal de Chile ha registrado un descenso en la población de flamencos.
Iriarte agregó finalmente que Soquimich está bombeando hasta mil 500 litros de agua por segundo desde el reseco paisaje, y Rockwood está bombeando hasta 142 litros por segundo, y frente a esto, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), encargado de fiscalizar, actúa sólo en favor de los intereses empresariales.
Vía Radio U de Chile