La virginidad es uno de los bienes más preciados según las buenas costumbres con las que se conduce un amplio sector de la sociedad. Se trata de una condición cualitativa que se funda en valores religiosos sobre el uso del cuerpo a pesar de no tener mayor importancia anatómica. Los mitos alrededor de ella se levantan por doquier. La situación reviste aún más importancia en el caso de las mujeres. El conservadurismo, gran aliado de la religión y el machismo, establece una condición discriminatoria con respecto a las mujeres que disfrutan de su sexualidad sin prejuicios.
La noticia despertó gran interés y el joven liberó los boletos de entrada para la ocasión. Cuando por fin llegó la fecha indicada, el pequeño espacio se llenó a tope para apreciar el performance de Pettet. Una vez que todos los asistentes encontraron su sitio, Clayton apareció sentado en el suelo, completamente vestido de negro y con cuatro asistentes rodeándole, únicamente cubiertos con una túnica blanca y boxers negros, portando carteles con la leyenda “Anal virgin” y “Live fuck butt virgin sex show”.
“Los seleccionados acompañaron a los asistentes hacia el espacio donde se encontraba Pettet. Entonces, uno a uno, debían sentarse frente al artista, quien sólo afirmaba: ‘Soy tu virgen anal y tú eres mi compañero. Penetra mi boca ocho veces’”.
Acto seguido, Pettet se quitó la playera y el pantalón, dejando ver mensajes escritos en todo su cuerpo con referencia a la virginidad y lo explícito del acto. Entonces, el joven se marchó a un espacio entre la pared de color rojo, donde apenas cabía sentado. Detrás de él, una lámpara de noche alumbraba su cuerpo y una pila de pencas de plátano yacía a su lado. De entre el público se eligió a un grupo al azar. Los seleccionados acompañaron a los asistentes hacia el espacio donde se encontraba Pettet. Entonces, uno a uno, debían sentarse frente al artista, quien sólo afirmaba: “Soy tu virgen anal y tú eres mi compañero. Penétrame la boca ocho veces”
Ante la mirada atónita de la persona en cuestión, Pettet tomaba un plátano y lo entregaba a los afortunados, abriendo la boca para que realizaran el acto. Después de 45 minutos de duración, el performance llegó a su fin. Los elegidos fueron invitados a pasar a otra sala donde colgaban obras pictóricas del joven y otros artistas, todas haciendo énfasis en la virginidad y la carga social que lleva consigo.
“El artista reveló que el performance tenía como objetivo crear un diálogo acerca de lo absurdo que resulta el valor de la virginidad y la carga que la sociedad, aún en la actualidad, lleva sobre esta condición”.
Decepcionados, el público y los especialistas emitieron una opinión negativa sobre el acto en redes sociales. Tildaron a Clayton de estafador, poco creativo y mentiroso. En una entrevista posterior, el artista afirmó que el performance fue planeado durante tres años y se cumplió tal y como lo esperaba.
¿Por qué todos se sintieron decepcionados del acto, cuando Clayton nunca afirmó que tendría sexo anal por primera ocasión y perdería la virginidad en público?
El artista reveló que el performance tenía como objetivo crear un diálogo acerca de lo absurdo que resulta el valor de la virginidad y la carga que la sociedad, aún en la actualidad, lleva sobre esta condición. Se trató de una ruptura con las formas tradicionales y los complejos sobre la sexualidad.
Clayton afirmó que el enorme revuelo que generó su presentación fue una manifestación clara de la obsesión y el morbo por mirar a dos personas teniendo sexo, especialmente cuando una lo hace por primera vez.