El cardenal George Pell, responsable de las finanzas del Vaticano y máximo representante de la iglesia católica en Australia, está siendo investigado por la policía por denuncias de abusos sexuales contra niños.
La policía indicó que aún no se ha decidido si se presentarán cargos formales. «Es un caso que estamos investigando», dijo el comisario principal de la policía del estado de Victoria (sureste), Graham Ashton, confirmando las explosivas revelaciones del miércoles de la cadena de televisión australiana ABC.
Hace apenas unos meses, George Pell, de 75 años, dio su testimonio por videoconferencia desde Roma ante una comisión pública de investigación australiana. Esta comisión investigaba cómo reaccionó la iglesia australiana ante las acusaciones de pederastia contra sacerdotes, la mayoría hechos presuntamente ocurridos en la década de los 1970. George Pell aseguró que no estaba al corriente de estas acusaciones, aunque reconoció que la iglesia católica vivió un período «de crímenes y disimulaciones».
Entre las acusaciones contra Pell figuran los testimonios de dos hombres, hoy de unos 40 años, que afirman haber sido víctimas de tocamientos por parte del cardenal en el verano de 1978-79 en la ciudad de Ballarat. Según otro testimonio, Pell se habría desnudado frente a tres niños de entre 8 y 10 años en el vestuario de un club de surf en el verano de 1986-1987.
La cadena ABC dijo tener ocho informes policiales con los testimonios de denunciantes, testigos y familiares, sobre las acusaciones contra el cardenal Pell, nombrado en 2014 por el papa Francisco en 2014 secretario de Economía de la Santa Sede. El comisario Ashton dijo que transmitió el caso a la fiscalía, que decidirá si se presentan cargos.
Un ‘buen hombre’
«Por el momento, estamos esperando una respuesta», dijo Ashton a la radio 3AW de Melbourne. El cardenal no ha sido aún interrogado, pero la policía no excluye enviar investigadores a Roma para hacerlo. El cardenal ha negado todas las acusaciones en su contra y dio a entender que era víctima de una conspiración. «Desmiente categóricamente todas las acusaciones», dijo su oficina en un comunicado.
Estas acusaciones no son «más que una campaña de difamación escandalosa, que parece ser orquestada por ABC». La jerarquía católica australiana señaló que el cardenal Pell tiene derecho a la presunción de inocencia. «Los juicios mediáticos no son buenos para nadie», subrayó el arzobispo de Sídney, Anthony Fisher. «Las acusaciones de ABC no corresponden al hombre que conozco ni al comportamiento que he visto durante 55 años», declaró el arzobispo de Melbourne, Denis Hart, quien dijo que Pell es un «buen hombre».
La comisión australiana comenzó a investigar en 2013 acusaciones de pederastia en la iglesia, escuelas, orfanatos, asociaciones de jóvenes y en el ejército, tras más de una década de presiones. En marzo, el cardenal Pell aseguró frente a esta comisión que no estaba al tanto de las docenas de casos de abusos sexuales cometidos por curas contra niños en las décadas de los 1970 y 1980.
El hecho de que cinco curas pederastas oficiaran al mismo tiempo que él en Ballarat en la década de los 1970 fue una «coincidencia desastrosa», aseguró. En 2002, cuando era arzobispo de Sídney, Pell ya fue objeto de acusaciones por hechos presuntamente cometidos años atrás, pero fue absuelto.