El sociólogo Alberto Mayol abordó el desembarco en el debate público del conflicto con el sistema de pensiones de capitalización individual. Dijo que el movimiento por el cambio del sistema de las AFP logró instalar el tema en la agenda y que había avanzado un paso más allá. «Cuando una movilización social logra acelerar los procesos históricos, uno de los rasgos más importantes de los movimientos sociales es que, cuando ellos aparecen, de pronto los meses ocurren en días y los años ocurren en meses», comentó en radio Sonar.
Sin embargo, el sociólogo advirtió que al movimiento “le queda mucho camino por recorrer para convertirse, eventualmente, en un sujeto político del proceso, con capacidad de controlar más o menos el escenario y no sólo la agenda».
Mayol caracterizó el momento actual como una etapa en la que, “en general, la gente está pidiendo un sistema de reparto, de modo mayoritario y lo que vamos a ver es cómo las élites tienen que administrar una situación como esta, porque en la práctica no estaba en su agenda».
En este sentido, criticó que el gobierno se excluyera del debate y que sólo se abocara a profundizar con un proyecto de AFP estatal. «De alguna manera, el gobierno quiere ganar una libertad. La pregunta es si acaso están las condiciones para que la ciudadanía le otorgue esa libertad y no le impute la responsabilidad por las acciones que debe emprender», señaló.
“No es sólo una discusión sobre pensiones”
El análisis del sociólogo profundizó en el origen y la función del sistema previsional, que rige para la mayoría de los trabajadores del país. Mayol explicó que el sistema de capitalización individual consiste en extraer el capital en el momento del trabajo, para luego entregar esos recursos al sistema financiero. Al inicio del sistema, dice Mayol, se preguntaron cómo financiar al nuevo empresariado capitalista, porque Chile no tenía acumulaciones de capital importantes.
«Esto es tan evidente, que cuando se establece que la edad de jubilación de los hombres va a ser 65 años, resulta que la esperanza de vida en Chile era de 67. O sea, si alguien tiene dudas de si se inventó un sistema de pensiones o no, se estaba pensando en dos años. Bajo esas condiciones, uno podía ofrecer el 100 por ciento de cobertura o lo que fuese, daba lo mismo, porque eran solo dos años», explicó en la conversación radial.
«Esta no es sólo una discusión sobre pensiones. El tema de fondo está en la base misma del modelo económico. Esto es el pilar que sostiene el modelo que se instauró en Chile», sentenció.