Fue en 2014 que, a través de YouTube, todos conocieron la dura caída de un pequeño niño en su bicicleta, al que se conoció como «El Tarro». Era Miguel Eduardo González, quien mientras jugaba con sus amigos y grababan, tuvo un accidente que causó muchas risas y se volvió viral. Todo acompañado, por supuesto, de un notable relato de parte de uno de los amigos.
[jwplayer player=»1″ mediaid=»311560″]
Miguel era de Talca y en la ocasión grabada, iba emocionado saltando obstáculos hasta su estrepitosa caída. A pesar de lo cruel que puede ser, este se volvió en un fenómeno a su corta edad. Pero después de su minuto de fama, el niño decidió mantener un bajo perfil.
«Me da cosa volver atrás, siento que ahora estoy más grande. La fama fue buena por un momento, pero a veces cansaba igual andar saludando a todos», comentó en una entrevista a La Cuarta.
A pesar de haber dejado atrás las cámaras y oportunidades que se le dieron, su pasión no la ha olvidado. Hoy Miguel tiene 14 años, y continúa amando las bicicletas, practicando saltos y acrobacias, actualmente en una BMX. Aunque sigue teniendo aquella bici que aparece en el registro.
«A veces me caigo, pero ya no me filmo. La bicicleta del video la tengo en mi casa de reliquia, ya no la uso».
No sólo se hizo viral y recibió mucha atención hace dos años atrás. Esto llevó a que incluso Milo le ofreciera un comercial, al igual que lo hizo el Ministerio de Salud. Ahí aprovechó las oportunidades, aunque sus padres pensaron que por ser niño la paga era muy poca y comenzaron a filtrar las oportunidades.
Con Milo ganó $200.000, y ¿qué hizo con eso? En la entrevista le preguntaron, pero dijo que compró algunos muebles para su casa y cosas para él. Por ahora tiene el sueño de trabajar con maquinaria pesada y está esperando el estirón y conseguir una polola. Aún es joven, por lo que se mantiene ocupado jugando fútbol y con su BMX.
Mira cómo ha cambiado: