Desde el 5 y hasta el 28 de agosto se presenta en el Centro Cultural GAM una de los textos dramáticos clave del autor español, bajo la dirección de los Hermanos Gopal y Visnu Ibarra Roa.
El multitudinario montaje reúne en escena a 87 personas entre músicos, actores, bailarines y un gran coro ciudadano conformado por hombres, mujeres y niños.
A modo de una tragedia musical, la obra narra la guerra entre los romanos y el pueblo numantino quienes, antes de ceder sus tierras al enemigo, optaron por el suicidio o la muerte por hambruna.
Mario Horton, Gabriel Cañas, Daniela Lhorente y Cristina Aburto protagonizan, entre otros, este musical ciudadano que, en palabras de sus directores, “es una metáfora de la acción de los poderosos versus los oprimidos”.
En 1585 el poeta y dramaturgo español Miguel de Cervantes y Saavedra (1547-1616), años antes de dar vida al ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, escribió una de sus obras de teatro más representadas: El cerco de Numancia. Basada en hechos reales, relata –con lujo de detalle- una de las principales guerras celtíberas o celtibéricas, que se extendieron durante lossiglos III y II a.C. El nombre hace referencia a una serie de enfrentamientos armados entre los pueblos que habitaban la península ibérica y la denominada República romana.
Aunque las batallas fueron incontables, hay una que destaca por la por la inagotable resistencia de sus protagonistas. Conocida como tercera guerra celtibérica o, simplemente, como guerra de Numancia, fue liderada por el comandante romano Publio Cornelio Escipión Emiliano –más conocido como Escipión– quien asedió la localidad de Numancia (7 kilómetros al norte de la actual ciudad de Soria en Castilla y León) con un ejército de 60 mil hombres. Además, instaló un cerco difícil de quebrantar: a la construcción de campamentos, fosos, torres de vigilancia y unmuro invencible, se suma el bloqueo del río Durero, lo que impidió cualquier intento de ayuda por parte de las localidades cercanas.
Numantinos, ¡libertad!
Sin embargo, y tal como relata el propio Cervantes, los 2.500 habitantes del pueblo numantino no se dejaron abatir. “Por quitar el triunfo a los romanos, ellos mismos se matan con sus manos”, escribe el poeta español. “No fueron los romanos los que acabaron con Numancia. Fue el hambre, la sed y hasta el suicidio colectivo que, en la obra de Cervantes, toma la forma de un sufrimiento existencial, justo y necesario”, explican los Hermanos Ibarra Roa, responsables de montar, a 400 años de la muerte del autor del Quijote de la Mancha, una de sus piezas teatrales clave. “El concepto de libertad es uno de los pilares de esta obra. Una de sus líneas más emotivas dice: Decidles que os engendraron libres, y libres nacisteis, y que vuestras madres tristes también libres os criaron. Creemos que, sobre todo en la actualidad, es importante llevar a escena el abuso al que es sometido el pueblo, la acción de los poderosos sobre los oprimidos. Numancia es una metáfora de esa lucha que se da en todo tipo de escalas y esferas. ‘Podrán pasar varios siglos y su memoria seguirá intacta’, dice Cervantes. Sus palabras retumban y son más revolucionarias que nunca”, agregan.
Uno de los ejes centrales de la historia es el pueblo numantino representado, en la versión de los Hermanos Ibarra Roa, por un gran coro ciudadano compuesto por hombres, mujeres y niños. Todos los participantes fueron seleccionados tras un arduo proceso de audiciones realizado en marzo, donde postularon más de 300 personas. A ellos se suma un elenco de 16 actores profesionales –conformado por Gabriel Cañas, Mario Horton, Daniela Lhorente, Cristina Aburto, Simón Aravena, Daniel Lattus, Héctor Mardones, Mariela Mignot, Carolina Larenas, Felipe Lagos, Cristián González, Alejandra Oviedo, Gabriela Arroyo, Valentina Campos, Marco Espinoza y Darwin Le Roy-; siete músicos (Daniel Salas, Ignacio Valenzuela, Rodrigo Belmar, Sebastián Pavez, Emilia Cadenasso, Oscar Nuñez, Gorky Largo) y cuatro bailarines: Alena Arce, Juan Pablo Quezada, César Cisternas y Bárbara Achondo, destacada gimnasta y medallista de oro en suelo en el Mundial de República Checa el año 2012.
En total, 87 personas en escena dan vida a un musical ciudadano multidisciplinario, una especie de “tragedia musical” que, ante todo, enaltece la importancia del honor. “Tras trece meses de hambruna prefirieron morir y quemar su propia ciudad antes que ceder sus tierras al enemigo”, resaltan.
Aunque la esencia y la estructura en verso se mantiene, los Hermanos Ibarra Roa hicieron su propia adaptación del texto: algunos actos fueron resumidos, se invirtieron roles de género, se desarrolló una continuidad en los personajes y muchos diálogos fueron reemplazados por cantos corales. “Las canciones fueron construidas a partir de los propios versos de Cervantes. A ello le añadimos música original de principio a fin, compuesta por Diego Belmar, con arreglos orquestales de Daniel Salas”, destacan los directores. Se suma, asimismo, el trabajo de Annie Murath en la dirección vocal, Tania Rojas en las coreografías, Valentina San Juan y Jorge “Chino” González en el diseño y Francisca Babul en la producción general.
“Con Numancia seguimos una línea de trabajo que venimos desarrollando desde 2014 con el proyecto de los Coros Ciudadanos. Lo que proponemos es un cambio de paradigma cultural: Ya no se trata de hacer un arte para la sociedad, si no que son los propios ciudadanos los que accionan el arte”, finalizan.
Producción general y prensa: Francisca Babul
Composición y dirección musical: Diego Belmar
Arreglos orquestales y partituras: Daniel Salas
Dirección vocal: Annie Murath
Dirección coreográfica: Tania Rojas
Diseño de vestuario: Jorge “Chino” González
Asistente de coreografías: Valentina Chávez
Asistente de danza infantil: Javiera Molina
NUMANCIA – CENTRO CULTURAL GAM