Cara Delevingne está en medio del estreno del Escuadrón Suicida, y muy feliz en su relación con la cantante Annie Clark. La modelo y actriz de 23 años parece estar en un buen momento de su vida, pero haber empezado a temprana edad a trabajar en un mundo de adultos, tuvo sus consecuencias en el pasado de la actriz.
Durante estos días ha hecho declaraciones sobre episodios de su adolescencia, en la que tuvo problemas de depresión, por lo que tenía que tomar pastillas. Según ella misma, esto la llevó a sentirse muy insensible. Después de dos años tomando antidepresivos, quiso dejarlos para vivir procesos «normales» como joven.
Así comenzó una etapa muy dura para la actriz, la que relató a través de sinceras declaraciones a Esquire:
«Esa semana perdí la virginidad, me metí en peleas, lloré, reí… Fue lo mejor del mundo, poder sentir todas esas emociones. Y seguía teniendo depresión, pero prefería intentar lidiar con ello por mi cuenta que depender de los medicamentos. Odio las pastillas. No quiero medicarme. Es muy fácil que te acabes volviendo adicta a ellas».
Cara nació en una familia acomodada de la capital británica, y los años más duros que le tocó vivir fue mientras aún estaba en la escuela.
«Cuando era una adolescente, con las hormonas revolucionadas y la presión de la edad por cosas como querer sacar buenas notas en el instituto, tuve una crisis emocional. Tuve tendencias suicidas. No podía lidiar con todo. Me daba cuenta de lo privilegiada y afortunada que era, pero lo único que quería era morirme. Me sentí muy culpable por pensar así y me odiaba a mí misma, era un círculo vicioso. No quería existir. Quería que cada molécula de mi cuerpo se desintegrara. Quería morir».
Lo bueno es que esos años quedaron atrás. Esta fue una de entre todas sus razones para dejar el modelaje, un mundo que ha criticado fuertemente. Hoy disfruta junto de una sana relación con St. Vincent, y una nueva oportunidad en su carrera en el cine. En sus palabras:
«Cuando encuentras el amor verdadero miras hacia atrás, a tus relaciones pasadas, y piensas: ‘Oh, eran bastante destructivas'».