El numeroso apoyo otorgado por la oposición al proyecto de ley impulsado por el ministro Joaquín Lavín, causó la molestia de algunos sectores al interior de la Concertación, ocasionando la renuncia de Sergio Agiló (PS) y una aguda crisis en el bando político que polariza las ideologías que conviven en la coalición que gobernó a Chile por 20 años.
Las crecientes diferencias en la Concertación estallaron tras el acuerdo logrado con el Gobierno antes de la votación que le otorgó el primer gran triunfo al titular de Educación, Joaquín Lavín. Sólo al día siguiente de la aprobación del proyecto de Ley sobre Calidad y Equidad de la Educación, el diputado Sergio Aguiló, vicepresidente del Partido Socialista, renunció a su cargo y a su colectividad.
“La Concertación murió en la realidad. La Concertación, tal como la conocimos, con ese nombre, esos integrantes y esa política, hoy día es un muerto caminante. Son cosas indesmentibles”, expresó Aguiló, tras su dimisión. Sus sentidas palabras fueron más allá de las excusas, pues el diputado se atrevió a enviar un mensaje a sus ex compañeros de partido: “Mi recado y consejo amistoso a mis ex camaradas y amigos de la Concertación es que dejen morir a la Concertación. Jugó un rol en la política chilena, ayudó al país en su momento a salir de una dictadura. Dejémosla morir, porque hoy Chile necesita otra cosa. Ya no tenemos dictadura. Tenemos un Gobierno de extrema derecha”.
Las polémicas declaraciones de Aguiló hicieron eco en los varios miembros al interior de la coalición. De manera particular el Partido Radical Social Demócrata (PRSD), uno de los pocos bandos políticos concertacionistas que se opuso a la aprobación de la reforma educacional, también se manifestó al respecto: “Somos una oposición amarilla, que no tiene fuerza y que no representa a los que no tienen voz”, declaró José Antonio Gómez, presidente del PRSD, en apoyo a los dichos de Aguiló.
Gómez aseguró que su partido congelará las relaciones con el resto de la Concertación, pues “nos interesa que el conglomerado opositor tenga principios, que tenga líneas. Si esos principios o líneas no los compartimos, por supuesto que tendremos que buscar otro camino”.
A LA DEFENSA DEL PARTIDO
Mientras algunos miembros al interior de la Concertación apoyaron los gestos políticos de Aguiló y Gómez, otros optaron por minimizar la polémica tras la aprobación de la reforma educacional. Es el caso de Jorge Burgos (demócrata cristiano, DC), quien señaló que la reacción de los radicales es “un lujito para la galería. No creo que pase nada. Probablemente a las dos primeras reuniones no vendrán, después viene febrero y en marzo los tendremos de vuelta”, señaló.
Por otra parte, el diputado Pepe Auth (PPD), reflexionó acerca de la crisis de su coalición, declarando que “yo creo que la Concertación todavía no encuentra el tono adecuado para ser una oposición inteligente. Es decir, estar en sintonía con las grandes mayorías, que éstas entiendan que la Concertación y la oposición trabajan en beneficio de ellas, y no de sus propios intereses o por el sólo hecho de querer ponerle palitos a quien gobierna”.
Los problemas al interior de la Concertación se han evidenciado tras los desacuerdos respecto a ciertas iniciativas polémicas para los partidos que la conforman, como la aprobación del Royalty o las primarias que fueron negadas al entonces socialista Marco Enríquez-Ominami (MEO).
Al respecto, Carlos Montes precisa: “Ha faltado objetivar el origen de estas diferencias. Quien lo tiene que tomar son las direcciones de los partidos a través de sus presidentes. Hay que asumir que la manera en que se enfrentó el tema Educación no fue la mejor, fue un gran defecto de los partidos aceptar una negociación, teniendo que decidir aceleradamente”.
Hasta el momento, el más criticado es Ignacio Walker, presidente de la Democracia Cristiana, debido a su importante participación en el acuerdo logrado con Joaquín Lavín para el apoyo de su iniciativa legal. En este sentido, el senador DC Mariano Ruiz-Esquide afirmó: “El partido sabrá qué hacer para corregir lo que se nos va a venir en marzo, que no será fácil. Walker se equivocó, cedió ante la urgencia que le planteó el Gobierno. Estoy convencido que lo de Educación es un error monumental”.
Finalmente, este último se defendió de las críticas, argumentando que “aquí hubo un esfuerzo de dos mesas de negociación, donde participó José Antonio Gómez y el diputado Espinoza, y no logramos un acuerdo unánime, pero sí una abrumadora mayoría de la Concertación, que logramos un acuerdo con el Gobierno, en un tema donde la gente no quiere más peleas”.
El crítico momento de la Concertación también fue comentado por Océanos Azules, movimiento que apoyó la candidatura de Frei Ruiz-Tagle en 2009 y que ahora ha manifestado que la coalición debe refundarse. “Creemos que debe reemplazarse la Concertación por una potente Coalición de Ciudadanos por la Democracia, que sea amplia, que sea abierta, que sea capaz de convocar, que sea moderna, que sea inclusiva y que la constituyan partidos, organizaciones y personas”, señalaron en un documento disponible en su WEB.
Por Vanessa Vargas Rojas
Foto: Ismael Muñoz
El Ciudadano