Los máximos representantes de la Concertación se reunieron ayer en la mañana (lunes 24) a reflexionar acerca de los conflictos que se han evidenciado tras la aprobación de la reforma educacional de Joaquín Lavín.
En una conferencia de prensa que partió con más de 3 horas de retraso, los timoneles de la Concertación reconocieron la difícil situación vivida al interior del conglomerado. Esto tras la serie de desacuerdos y diferencias entre sus representantes que tuvo como punto de ebullición la reciente aprobación del proyecto de ley de educación impulsado por el ministro Joaquín Lavín.
La sesión contó con la presencia de Carolina Tohá (Partido por la Democracia, PPD), José Antonio Gómez (Partido Radical Social Demócrata, PRSD), Ignacio Walker (Democracia Cristiana, DC) y Osvaldo Andrade (Partido Socialista, PS), quienes redactaron una declaración pública que aclaró la solución parcial del conflicto y las medidas que se tomarán a futuro. “No hemos logrado constituir una lógica de conducta común”, leyó Andrade ante los medios de comunicación. “No hemos logrado aún determinar el carácter de la oposición que nos proponemos desarrollar”.
Ante la mirada atenta de Walker y Gómez, quienes durante la semana pasada se enfrascaron en una discusión mediática respecto a las responsabilidades y lealtades involucradas en el pacto logrado con Lavín, Osvaldo Andrade aseguró que “el que hayan diferencias al interior del conglomerado es parte de su naturaleza. Cuando la Concertación se creó, fue reconociendo su diversidad”.
En la reunión, los presidentes de la Concertación anunciaron la constitución de un nuevo espacio de oposición, que incluirá a los diversos actores políticos y sociales que deseen formar parte. Los primeros eventos y convocatorias, no descritos aún por los timoneles de la coalición, están fijados para marzo de este año.
LO QUE NO SE HABLÓ
Pese a que la conferencia logró reunir a los disgustados Ignacio Walker y José Antonio Gómez, no se profundizó en la situación vivida tras la votación del proyecto de Ley sobre Equidad y Calidad de la Educación, que fue finalmente aprobado gracias al apoyo de parte importante de la Concertación. Este episodio fue el detonante de la renuncia de Sergio Aguiló, vicepresidente del Partido Socialista y de las severas declaraciones de Gómez, quien calificó a su propia coalición como una “oposición amarilla”.
Sin embargo, como mensaje para los futuros conflictos, Andrade puntualizó que “cuando se trata de temas que involucran a la Concertación como conglomerado, como coalición, los cuatro partidos tendrán que estar de acuerdo”.
Al finalizar la reunión, Gómez expresó estar satisfecho con el pacto logrado con sus compañeros de bloque, asegurando que se acabarán los “acuerdos entre cuatro paredes y en un hotel escondido, donde se tomen decisiones sin escuchar a la comunidad”, en alusión a las negociaciones sostenidas por la polémica reforma educacional.
Por su parte, el presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, afirmó que las nuevas medidas destinadas a involucrar a la ciudadanía en el rol opositor lograrán refortalecer a su coalición. “Una vez más la Concertación ha salido fortalecida, porque hemos reafirmado nuestro pacto de centroizquierda, haciéndonos cargo de las exigencias de la gente para renovar esta coalición en una perspectiva de futuro”.
Walker no quiso profundizar en su supuesta responsabilidad en el acuerdo logrado por Lavín y se retiró del lugar asegurando que “hay Concertación para rato, especialmente una nueva y mejor, que se hará cargo de lo que la ciudadanía dice”.
Por Vanessa Vargas Rojas
Foto: Ismael Muñoz
El Ciudadano
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