Alrededor de 10 mil civiles se han visto forzados a dejar sus viviendas y huir de sus pueblos en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, ante el avance de los talibanes y se han refugiado en la capital Lashkargah o en zonas más seguras de sus distritos.
Los civiles, principalmente de los distritos Nadali y Nawa, en los alrededores de la capital provincial, comenzaron a abandonar sus casas hace una semana, indicó el portavoz del gobernador provincial, Omar Zwak, que añadió que las autoridades intentan proveerles de ayuda.
A su vez, el jefe de la plataforma Sociedad Civil de Helmand, Muhammad Hamdard, manifestó que miles de ciudadanos han estado viviendo en «condiciones difíciles en Lashkargah y otros se han desplazado a zonas seguras de sus distritos».
La mayoría de ellos no tienen acceso a comida ni agua potable y apenas cuentan con tiendas para aguantar las altas temperaturas, añadió. «Incluso en algunas zonas la gente ha perdido a sus hijos por el calor y la falta de instalaciones sanitarias», explicó.
Los talibanes lanzaron hace semanas una nueva ofensiva en esta provincia en la que mantienen combates con las tropas afganas y donde controlan totalmente al menos cuatro de sus catorce distritos y disputan dos. Además, en al menos tres distritos más las fuerzas gubernamentales apenas controlan las zonas donde se encuentran los centros administrativos y públicos y sus alrededores, mientras el resto está en manos insurgentes.
En el marco de esa ofensiva, los insurgentes que dirige el mulá Haibatullah tomaron el distrito de Khanshin hace dos semanas, aunque después fueron repelidos por las fuerzas afganas que están contando con apoyo aéreo estadounidense.
Hace cerca de un mes repelieron también a los insurgentes en el distrito de Sangin también con apoyo aéreo de Estados Unidos. Desde el pasado octubre los talibanes controlan un área de Lashkargah, uno de sus logros militares más importantes de los últimos años.
Los talibanes han ganado terreno en varias zonas de Afganistán tras el fin de la misión de combate de la OTAN en 2014 y desde finales de 2015 dominan casi un tercio del territorio, según datos de Washington.