Falta de iniciativa o compromiso con la privatización de la educación por parte del gobierno de la Nueva Mayoría. Así se desprende de las iniciativas del Ejecutivo para resolver la crisis de la Universidad ARCIS. Cuando hoy se discute sobre el derecho a la educación aparece una universidad con salas de clases, infraestructura, profesores y alumnos que perfectamente podría ser patrimonio público con participación de la comunidad universitaria y las respuestas del gobierno de Bachelet es programar su cierre. La crisis de Universidad ARCIS evidencia falta de creatividad del gobierno de la Nueva Mayoría
Durante la semana reciente los dirigentes de ARCIS y la Confech manifestaron junto a los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric, la necesidad de hacer modificaciones estructurales a la ley 20.800 sobre administración provisional y de cierre de instituciones de educación superior, con carácter urgente.
El Ciudadano conversó con Sandra Beltrami, dirigenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad ARCIS, quien recalca que dicha casa de estudios “es parte del patrimonio histórico y simbólico de la educación chilena, que el Estado tiene el deber de salvarla y recuperarla”.
¿Cómo los medios han cubierto la crisis de la Universidad ARCIS?
– Creemos que en este último tiempo los medios de comunicación sobre todo radial, digitales y escrito, así como también la televisión por cable han jugado un rol central en poder reflejar una parte importante de lo que estamos sufriendo, pero aún no hemos tenido la cobertura que esperamos, ya que no ha existido la misma disposición de los medios de televisión abierta.
¿En qué situación están los estudiantes?
– Nuestra situación es bastante grave, la más grave del mundo educativo y aún no tenemos soluciones concretas. En ese sentido nos gustaría que los medios nos dieran mayor cobertura ahora que es el momento en que estamos presentando propuestas concretas para hacer cambios legislativos, que no sólo nos beneficien a nosotros los estudiantes de ARCIS, sino que a los demás estudiantes de Chile en su conjunto, ya que la educación se encuentra en una crisis generalizada que está explotando desde hace tiempo y pronto muchas más universidades serán intervenidas por el Estado. Nos gustaría que el tema del cierre de universidades, la intervención estatal de las mismas (administración provisional), y cómo lo afronta la ley actual, como así también las propuestas que estamos generando para hacer cambios estructurales a la ley de administración provisional y de cierre de instituciones de educación superior, se instalara en el debate público, que la ciudadanía conozca los contenidos. Ahora que es el momento del debate, ya que ingresó en el congreso el proyecto de ley de Educación Superior.
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¿Qué diferencia tienen con el CNED y por que rechazan la figura de la administración de cierre?
– El CNED aún no ha resuelto sobre la continuidad de ARCIS, nosotros les manifestamos nuestra opinión y esperamos que sea escuchada ya que ellos tienen la última palabra respecto al cierre de nuestra Casa de Estudios. Si nos molestó que no permitieran que fuésemos acompañados por uno de los voceros de la Confech cuando nos reunimos con el CNED. Salvo aquello, hasta ahora estamos esperando que acojan nuestras demandas. En relación a la figura de la administración de cierre, la rechazamos por razones internas y relacionadas con el petitorio nacional.
¿A qué llaman las razones internas?
– Las razones internas tienen relación con la historia de resistencia contra la dictadura que tuvo ARCIS, pensamos que la Universidad cumplió un rol público en momentos que las estatales se encontraban completamente reprimidas. Estudiantes, profesores y funcionarios fueron acogidos en ARCIS cuando eran perseguidos políticos. Además de los contenidos impartidos en las mayas curriculares, ARCIS hasta hace poco estuvo a la delantera de las universidades más importantes de Chile en el desarrollo del pensamiento crítico y la defensa y enseñanza de los Derechos Humanos. Por eso pensamos que es parte del patrimonio histórico y simbólico de la educación chilena, que el Estado tiene el deber de salvarla y recuperarla.
¿Cómo ha sido la relación con el Mineduc hasta ahora?
– Manifestamos ante el CNED que la administración provisional debe continuar, pero impulsamos una serie de demandas internas relacionadas con situaciones académicas que nos afectan en este momento y que el Estado tiene el deber de revolver a través de la administración provisional, y hacer una fiscalización eficaz a través del Mineduc, ya que hasta ahora la fiscalización ha sido deficiente y es una de las razones por las cuales la administración provisional no ha cumplido nuestras expectativas, la intervención del Estado debe ser real, no basta con que ponga una persona en su representación.
¿Por qué están en contra de la ley sobre administración provisional?
– En relación al petitorio nacional, la ley 20.800, sobre administración provisional y de cierre de instituciones de educación superior, es nefasta para nuestro sistema educacional. No garantiza nuestros derechos y consagra el lucro y un sistema de mercado, en que los estudiantes pueden ser reubicados de una universidad a otra como parte del negocio, estableciendo convenios, pero con un doble perjuicio por qué la ley establece que se les otorgue el título profesional de la universidad que se cierra. Esos estudiantes perderán sus años de esfuerzo y dinero al ser en el fondo profesionales sin título, en un estado de desigualdad respecto de los otros profesionales, nadie los querrá contratar. El Estado debe hacerse cargo de ello y hasta ahora se lava las manos diciendo “tienen derecho a terminar sus carreras y que se les mantengan sus programas académicos”, pero eso es completamente ineficaz en nuestra sociedad e incluso vulnerador del derecho al trabajo. Es por eso que en nuestra propuesta, planteamos que los estudiantes deben ser reubicados a una universidad estatal cuando su institución se cierre y su título debe ser de esa universidad estatal, que los ramos aprobados les sean respetados y que dicha universidad con aporte del Estado se encargue de hacer un programa de nivelación para que se les entregue la misma calidad de la educación que a los demás estudiantes de universidades estatales.
Una salida viable es que el Estado de haga cargo de la situación de la universidad ARCIS y se acepte la participación de alumnos en dicha nueva institucionalidad ¿qué les parece esa alternativa?
– En el proyecto de ley que elaboramos y que ha sido apoyado y perfeccionado por la Confech y los diputados Jackson y Boric, planteamos dos salidas: Una de ella es el ingreso de recursos públicos a la administración provisional, estos recursos ingresarían a cubrir ítems específicos por qué no queremos que se abra la puerta al lucro a través de este sistema. Sólo podría ser utilizado para el pago de sueldos, proveedores y para la acreditación, una vez que la universidad estuviese acreditada (lo que tiene que ser un rol del Estado), podría volver a la normalidad. Entonces la institución tendría la obligación de restituir al Estado los recursos aportados impartiendo becas, investigación, vinculación con el medio, infraestructura y servicios a la comunidad y así se ve obligada por ley a mejorar aún más la calidad de la educación que está otorgando. Es importante señalar también que mientras dure la administración provisional los bienes de la casa de estudios deberían quedar en garantía para el Estado, ya que no puede recibir aportes públicos así no más sin dar nada a cambio.
El otro camino es la estatización, esta operativa según nuestro proyecto de ley, cuando una universidad cumplió un rol público, y obviamente creemos que esa es la salida para ARCIS que preferiríamos. La estatización ha sido un sueño de larga data durante generaciones de estudiantes. ARCIS cumplió un rol complejo en dictadura, salvó vidas, dio la oportunidad de estudiar a presos políticos, incluso dentro de la cárcel, fue la primera universidad en impartir la cátedra de Derechos Humanos, ha enfrentado la censura en muchas ocasiones. Pensamos que todas estas razones son suficientes para que ARCIS pase al Estado.
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Y la comunidad universitaria ¿cómo está participando de estas ideas?
– Respecto a la participación de la comunidad universitaria en la conducción del proyecto académico, eso es algo que desde hace tiempo queremos hacer. Hace un año y medio atrás evacuamos una propuesta en conjunto con la Asociación de Académicos y el Sindicato 2. La idea de esta propuesta es que se elijan democráticamente representantes de los tres estamentos que puedan ocupar un cargo en la corporación por un periodo y así conducir la universidad a través de representantes de los estamentos electos por la Comunidad Universitaria. Como así también trabajamos mucho en la idea de triestamentalidad a través de las elecciones de rector, directores de escuelas y demás autoridades unipersonales. Todo esto quedó truncado con la llegada del Administrador Provisional, Patricio Velasco, quien señaló no estar de acuerdo con la triestamentalidad. Pero, aún así no creemos que esta sea una pelea perdida. Por supuesto, que la batalla más importante en este momento es la de cambiar la ley para que ARCIS sobreviva y los demás estudiantes de Chile no pasen por lo mismo que nosotros. Las modificaciones cosméticas que hace el proyecto de reforma educacional a la ley 20.800, son ineficaces y claramente sin los cambios legislativos que proponemos no tenemos futuro alguno.
¿Por qué el Mineduc no acepta esa posibilidad
– En general el proyecto de reforma educacional hace cambios con carácter cosmético, nada estructural realmente. Esa es la razón por la que no existe un pronunciamiento respecto al proyecto de ley que vamos a presentar. Nos gustaría que dicho proyecto formase parte de la reforma y que así se hicieran cambios de verdad en la educación chilena. Estatizar cualquier cosa es un tema que a los privados no les gusta. Por otra parte la democracia y participación en el mundo universitario, no es algo fácil. Nosotros esperamos que ARCIS pueda ser salvada y que la comunidad universitaria participe activamente en su conducción. Ahí también es fundamental el rol de los docentes, ya que ellos son quienes nos forman como profesionales y le dan el sello a la institución. ARCIS tiene una identidad fuerte y especial, nació resistiendo la dictadura y ahora estamos resistiendo ante el mercado de la educación por qué es difícil que sobreviva un proyecto alternativo, que no responde a los estándares del mercado. Obviamente, no queremos tampoco que se convierta en una universidad mercantil, que es lo que consagra esta ley al designar un administrador provisional que debe actuar como una especie de síndico de quiebras. No queremos que ARCIS tenga un giro hacia el mercado para sobrevivir, sino un giro hacia el Estado. Nosotros estamos muy orgullosos de todo lo que hemos aprendido en esta universidad, yo personalmente, estoy orgullosa de ser ARCIANA y si pudiera retroceder el tiempo volvería a estudiar en ARCIS.
Mauricio Becerra R.
@kalidoscop
El Ciudadano
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