En la grabación se ve el momento del encuentro, por primera vez, entre un preso y su bebé recién nacido. La escena fue tan tierna que ni la misma jueza pudo contener las lágrimas.
Según cuenta el Huffington Post, Amber Wolf, magistrada del condado estadounidense de Jefferson, fue quien autorizó el encuentro, una verdadera excepción que benefició al preso quien conoció a su hijo ante la mirada del personal de seguridad, la madre del menor y la propia Wolf.
La emoción embargó incluso a la jueza, que declaró después a algunos medios norteamericanos que era «la mejor decisión que he tomado en mi vida»
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