Hay muchas personas en el poder, que siendo elegidas para representar al pueblo, hoy representan los intereses de grandes empresas o de sus partidos, más que el interés de la ciudadanía. Así como las personas los hemos elegidos, debemos poder también sacarlos democráticamente de sus cargos cuando lo hacen mal. El pueblo pone, el pueblo saca.
En el Congreso Nacional en Valparaíso, el senador Alejandro Navarro ingresó esta semana un proyecto de ley que busca instalar el referendo revocatorio para las autoridades, es decir, “el derecho a controlar sanamente a la persona por quien se votó”, explicó el parlamentario.
Para el presidente de la Comisión de DDHH del Senado, “el sistema que tenemos hoy en día desmotiva, porque se elige a los alcaldes, diputados o a los mismos Presidentes de la República, y nunca más se tiene la posibilidad de preguntarles o hacerles responder por su compromiso de trabajo”.
“¿Cuál es la motivación entonces para un Senador con ocho años de elección para seguir trabajando con el mismo ritmo del año uno al año ocho?”, se preguntó Navarro.
Y agregó: “yo diría que va a depender de las personalidades. Pero, sabiendo que a la mitad del período, al cuarto año, los electores se pueden reunir y juntar firmas para aplicar un referéndum revocatorio si no ha cumplido con sus obligaciones, sin duda que todos quienes ostenten cargos públicos de votación directa mejorarán exponencialmente sus desempeños”.
“Pues sabrán que si no se desenvuelven de forma pulcra, honesta y lo más importante, trabajando por la ciudadanía, será esta misma quien tenga una herramienta de medición efectiva, y que sin duda castigará a quienes no cumplen sus promesas o a quienes tras llegar al poder cambiaron, y se acercaron más a las empresas que al pueblo”, enfatizó.
De acuerdo al senador por la Región del Biobío, “el solo hecho de haber votado a favor de la ley de pesca, en favor de unas pocas familias ricas y en desmedro de todo un país, hubiese sido causal para que millones de personas se organizasen de acuerdo a sus circunscripciones, para pedir un referéndum revocatorio para sus senadores”.
“En cambio”, prosiguió, “sin esta herramienta, polémicos artículos seguirán siendo aprobados, como la citada Ley Longueira, pese a que la ciudadanía pidió claramente el ser escuchada y que dicho reglamento se votase en contra”.
Según Navarro, “sabemos que este proyecto creará rechazo entre la clase política actual, pues la vieja escuela le tiene temor al poder ciudadano; hablarán de inestabilidad y populismo”.
“Sin embargo”, continuó, “no logran entender que los tiempos han cambiado, que la gente está empoderada y quiere que a quienes les dieron el voto cumplan con sus palabras de campaña, que velen por sus intereses y no por los de las élites, lo que es una de las grandes razones por las que existe el gran distanciamiento entre la ciudadanía y los políticos”.
“Por ello creemos que en Chile debiera existir la posibilidad para hacer referéndum revocatorio en contra de todos quienes son elegidos por sufragio directo, desde la Presidenta de la República hasta los concejales, a la mitad del período y que se de con una votación mayor a la que la autoridad en cuestión necesitó para ser electa”, explicó el congresista.
“Pues junto a una nueva constitución, necesitamos cambiar el sistema electoral de forma de tener un método que si motive y provoque la participación de la ciudadanía, como lo sería un referéndum revocatorio”, enfatizó
Alejandro Navarro finalizó haciendo un llamado a la clase política, “a no tener temor a ser evaluados. El que la gente tenga el poder de sacarnos del cargo si considera que no los estamos representando, es un gran paso que podemos dar como sociedad; se deben entregar más derechos a las personas, es lo que debiese ocurrir en una verdadera democracia”.