Hizo lo que pudo y terminó su competencia feliz, con una sonrisa evidente y celebrando que lo planificado resultó a la perfección. Tomás González no pudo quedarse con una medalla en la final de salto de la gimnasia artística de los Juegos Olímpicos de Río 2016, al culminar en el séptimo lugar pero era casi esperable, por el nivel de dificultad de sus saltos en comparación con atletas de extraordinario nivel mundial.
El chileno marcó puntajes de 15.375 y 14.900, con un promedio de 15.137, quedando fuera de la opción de obtener una presea. Finalmente, el oro fue para el norcoreano Ri Se Gwang, quien consiguió un puntaje promedio de 15.691. Completaron el podio el ruso Denis Abliazin (15.516) y el japonés Kenzo Shirai (15.449), con el mismo puntaje que el rumano Marian Dragulescu, pero lo derrotó luego que su salto fuera de una mayor dificultad.
González no igualó lo que consiguió en Londres, donde fue 4º en esta prueba de salto, algo que también logró en suelo. El gimnasta nacional concreta la mejor participación de nuestro país en lo que va recorrido de estos Juegos, con el séptimo puesto que había conseguido María Fernanda Valdés en el levantamiento de pesas.
Tras la prueba, el chileno dijo que “sentí el apoyo de los chilenos. Me siento orgulloso de estar entre los mejores del mundo”. Y agregó que “agradezco el todo el apoyo que me han dado por redes sociales, porque todos saben lo que me costó llegar acá”.