Es otra de las historias de drama y gloria entrelazadas entre sí. Lo que era una jornada histórica para el deporte uruguayo terminó siendo también un día muy triste para el protagonista. Néstor Nielsen, jinete que participó en los Juegos Olímpicos en el concurso de salto individual y que culminó en el 42° puesto, sufrió al mismo momento en el que competía, la muerte de su padre, según informó el sitio Referí.
“Tito” Nielsen era, además del padre de Néstor, su entrenador, aunque no había viajado con él. Según la prensa de su país, el papá del jinete había convencido a su hijo de no vender al caballo Prince Royal Z de la Luz, con el que compitió en Río, a pesar de tener ofertas de hasta 2 millones de dólares. El objetivo era que Néstor cumpliera el sueño de competir en unos Juegos Olímpicos. Y lo consiguió.