Se concreta atentado a la soberanía de Chile

El atentado a la soberanía del país terminó de consumarse al acogerse los principales consorcios cupríferos privados presentes en territorio nacional a cancelar transitoriamente un mayor impuesto durante los años 2010-2012 con el beneficio que se le prolonga los años en que gozarán de la invariabilidad tributaria

Se concreta atentado a la soberanía de Chile

Autor: Director

El atentado a la soberanía del país terminó de consumarse al acogerse los principales consorcios cupríferos privados presentes en territorio nacional a cancelar transitoriamente un mayor impuesto durante los años 2010-2012 con el beneficio que se le prolonga los años en que gozarán de la invariabilidad tributaria. Como el saldo económico les resulta extraordinariamente favorable no existió ninguna duda que así lo harían. En 2010 se reanudó un súper ciclo de alto precio del cobre, que se cortó transitoriamente en 2009 debido a la recesión. El consorcio bancario suizo UBS estima que la cotización internacional en el precio del cobre subirá a US$5 la libra durante el presente año o en 2012, momento en que tocará techo su aumento ya que comienzan a entrar en producción nuevos yacimientos, particularmente en África.

En un hecho absolutamente previsible los mayores consorcios cupríferos privados presente en la economía chilena aceptaron aumentar su carga tributaria “voluntariamente” entre los años 2010 y 2012. Ello lleva a que transitoriamente su gravamen impositivo suba de la tasa vigente con anterioridad de 4% o 5% a otra que fluctuará entre 4% y 9%, para volver a la escala inicial del 2013 al 2017 cuando finaliza la invariabilidad tributaria establecida durante la administración Lagos. Desde el 2018 al 2023 gozarán de una ampliación de la invariabilidad pero con un rango impositivo a moverse entre 5% y 14%, de acuerdo al margen operacional de cada una.

El en ese momento solo ministro de Minería, Laurence Golborne, al comunicar en la cuenta anual sectorial del sector que ya empresas representativas de un 80% de la producción de cobre privado habían adherido a la invitación subrayó “hacemos la pega (…) ¡y bien! “ (13/01/11). Ello no representó ningún esfuerzo especial, dado que los consorcios que cancelarán mayores impuestos recibirán una “compensación” a futuro superior al mayor tributo que transitoriamente “aceptan” cancelar. En definitivo obtendrán una ganancia adicional. Posteriormente, el subsecretario de Minería, Pablo Wagner, informó que en definitivo se adhirieron empresas que representan sobre un 90% de la producción privada, entre las cuales figuran BHP Billiton, Anglo American Sur, Xstrata Copper, Barrick Gold, Antofagasta Minerals, Freeport, además de la estatal Codelco. Wagner añadió que únicamente no se sumaron mineras que “tienen yacimientos con poca vida útil, por tanto no iba dirigido a ellas el cambio de tributación, pero es un porcentaje marginal” (18/01/11). A ellas, desde luego, no las beneficia la prórroga de la invariabilidad.  La empresa más importante que no suscribió fue Anglo American Norte, que explota los yacimientos Mantos Blancos y Mantoverde.  Tampoco se sumaron la canadiense Yamana, que tiene la pertenencia de los minerales Florida y Meridian, y Kinross.

El más grande consorcio cuprífero privado en el país, la angloaustraliana BHP Billiton, enfatizó que su determinación sería expresión de su “carta de valores” y demostración de su compromiso con Chile de largo plazo y su “aporte” a la reconstrucción. “Al final –en opinión del nuevo presidente ejecutivo de metales del consorcio angloaustraliano, Peter Beaven-, la solución fue muy saludable para todo el mundo. Siempre es importante –agregó– tener un retorno sobre el capital que sea equitativo” (16/01/11). ¿Puede haber una determinación final que entregue beneficios a todos si quien lo dice es un consorcio que está extrayendo ganancias gigantescas del país? ¿Así el retorno sobre el capital será equitativo o se mantendrá la expoliación a que someten sus riquezas pertenecientes a los chilenos?

El día anterior al jubiloso anuncio de Golborne, el director de investigaciones de commodities del gigante bancario suizo UBS, Dominic Schnider, había entregado la estimación que para finales del presente año o en 2012 la libra del cobre se ubicará en el nivel sin precedentes de US$5, porque explicó recién en ese momento “la producción aumentará” por los nuevos proyectos en curso (12/01/11). En otras palabras, el incremento impositivo va a ser un porcentaje menor de las gigantescas ganancias que en el año sacarán del país. Y ello subsistirá en los años siguientes de mantenerse las elevadas cotizaciones en los mercados internacionales. El “compromiso de largo plazo” se transforma así en un periodo de súper beneficios prolongado mientras el país no reaccione y ponga fin a esta exacción.

De otra parte, continuar destacándolo como una contribución a la reconstrucción ya resulta una burla grotesca cuando está innumerables veces demostrado que los recursos para el gasto público con ese propósito ya existen en exceso. Por lo demás, los impuestos adicionales se cancelarán en divisas cuando el país tiene ahorros en el exterior que no trae porque el fundamentalismo de la política económica no permite hacerlo sin provocar efectos cambiarios.

Las grandes ganancias de los consorcios transnacionales por el precio del metal rojo en el presente año se seguirán generando en un elevado porcentaje desde el territorio nacional. “Chile tiene –explicó Dominic Schnider– alrededor de un 34% de la producción mundial y (ese porcentaje) se mantendría, quizás van a perder un poco de peso. El problema es –detalló– que en el corto plazo no veo nuevo crecimiento. Ese es el tema para mí en los próximos doce meses. El crecimiento estará en África. Ahí vemos varios proyectos que van a aumentar la producción en un 12%”.

En 2010 ya se produjo una cotización promedio mensual sin precedentes, al llegar a US$ 3,918 la libra, superior a los mejores años de la primera década del siglo XXI. En diciembre el promedio mensual alcanzó a US$4,149 la libra. Por tanto, el gravamen a cancelar será un porcentaje menor de las mayores utilidades a obtener. Los hechos confirman que el país debe imponer un impuesto a las ganancias excesivas, alternativa es claro que no va a provenir de Golborne o de Piñera.

Precio promedio mensual del cobre refinado 2005 – 2010

(Fuente: Bloomberg. Bolsa de Metales de Londres. Dólares la libra.)

Año Cotización Año Cotización Año Cotización
2005 1,669 2007 3,229 2009 2,336
2006 3,049 2008 3,155 2010 3,418

Si se analizan los “royalty” cancelados en los años precedentes se comprueba que los grandes “aportes” provienen de unos pocos consorcios, que obviamente, a la vez, son los que tienen las tasas de utilidades, para no decir saqueo, más elevadas. El presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, Marcelo Awad, al comunicar su aceptación aprovechó para insistir en que esperan que exista una estabilidad en el marco tributario, es decir que el país acepte no modificar una legislación lesiva, que viola conceptos elementales de soberanía.

La producción chilena de cobre de mina se encuentra fuertemente concentrada. Si se usan las estadísticas de producción en los primeros diez meses de 2010 un 71,6% lo explican consorcios privados y un 28,4% Codelco. Sobre el total BHP Billiton representa la cuarta parte; las empresas del grupo Luksic un 10,2%, Doña Inés de Collahuasi –cuyo control es repartido entre la anglo sudafricana Anglo American y la suiza Xstrata– un 9,7%; y las divisiones Sur y Norte de Anglo American 7,4%.

Producción chilena de cobre de mina enero – octubre 2010

(Fuente: Cochilco. En porcentajes de participación sobre el total.)

Yacimiento % participación Controlada por:
Codelco 28,4 Estado
Escondida 20,0 BHP Billiton (angloaustraliana)
Doña Inés de Collahuasi 9,7 Anglo American y Xstrata (suiza)
Los Pelambres 7,6 Grupo Luksic
Anglo American Sur 4,8 Anglo American (anglo sudafricana)
Spence 3,3 BHP Billiton (angloaustraliana)
El Abra 2,7 Freeport (EE.UU.)
Zaldívar 2,7 Barrick Gold (canadiense)
Anglo American Norte 2,6 Anglo American (anglo sudafricana)
Candelaria 2,5 Freeport (EE.UU.)
El Tesoro 1,8 Grupo Luksic
Cerro Colorado 1,7 BHP Billiton

Por lo demás, el aumento impositivo nunca puso en peligro la presencia transnacional en la economía chilena.  “El mundo de la minería –manifestó Fred McMahon, vicepresidente de Investigación Internacional del Instituto Fraser– ha transmitido que Chile tiene un ambiente completamente confiable respecto a las políticas del sector minero.  Al igual que hizo antes con el royalty – agregó el ejecutivo de la firma canadiense especializada en estudios sobre la minería cuprífera- muchas otras jurisdicciones mineras están aumentando los impuestos.  Las mineras -concluyó- están bastante confiadas al respecto a la situación de las políticas mineras en Chile.  Esto se va a traducir en el hecho de que Chile no va a  volver a ubicarse entre las tres primeras posiciones del ranking (minero de  Fraser), como solía estar hace un tiempo atrás.   Pero con seguridad se mantendrá dentro de las diez primeras jurisdicciones mineras del mundo y como la principal de América Latina”(24/01/11).

Desde luego que la tributación fiscal a cancelar, con las cotizaciones del cobre ya producidas y las estimadas, será muy superior a los US$ 1.000 millones previstos cuando se aprobó la prolongación de la invariabilidad tributaria. El análisis a hacer cuando se tengan los datos no es únicamente la comparación con el incremento tributario estimado sino con las utilidades extraídas que en un elevado porcentaje se sacan del país, restándose a la economía nacional. Ello permite cuantificar la magnitud de las utilidades excesivas obtenidas en los años que regirá el aumento tributario “voluntario”.

El Mercurio editorialmente destacó que el acuerdo sobre el royalty fue “una legislación que requirió una difícil negociación política con la oposición, y el haberla consumado es un ejemplo de la cooperación que es posible alcanzar y que será necesario repetir para llevar adelante la ambiciosa agenda modernizadora que el presidente Piñera se ha planteado (…)” (14/01/11). Obviamente que prolongar extraer grandes utilidades del país no es el camino para su modernización. De otra parte, el “consenso” bajo el liderazgo de un gobierno de derecha es aún más regresivo que el producido constantemente en las dos décadas de administraciones de la Concertación. Los consensos deben construirse en función de objetivos nacionales y no renunciando a la soberanía.

Por Hugo Fazio

Ilustración Tomás Ives


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