Asia Catalyst, una asociación independiente que defiende los derechos de las minorías marginales en Asia, determinó que la población dedicada a la prostitución en China usa cada vez menos preservativos.
El estudio, publicado por la organización en su portal oficial, asegura que el fenómeno responde a que la Policía del país considera la posesión de preservativos un factor decisivo para arrestar o multar a las trabajadoras sexuales.
«Los preservativos se han convertido en el objeto primordial de la Policía contra ellos», señaló Krayn Kaplan, directora ejecutiva de la entidad.
La investigación contó con la participación de cerca de 500 individuos entre hombres, mujeres y transexuales dedicados a la prostitución. Según algunos de sus testimonios, la Policía realiza redadas y en muchas ocasiones usa los condones confiscados para forzar una confesión o realizar un arresto, situación que ha provocado el pánico y ha disminuido su uso.
Los expertos aseguran que esta situación podría traer consigo un problema de salud pública relacionado con el aumento del riesgo de contagio de VIH. Igualmente, la posición de las autoridades es considerada contradictoria, pues merma los esfuerzos de entidades que apoyan la distribución de medidas de protección sexual entre los grupos de población más vulnerables.
Violencia policial
Las redadas policiales en los burdeles en China, según declaran las trabajadoras sexuales, responden a un patron «ocurren unos días antes de eventos políticamente sensibles o cuando alguien en el gobierno ordena una campaña anti pornografía para complacer al lider».
Es durante esos momentos, dicen las trabajadoras, que sus ya miserables trabajos se vuelven más peligrosos, con policías demandando excesivos sobornos o sexo, golpeándolas, o encerrándolas por dos años sin juicio
“Nadie escogería una vida así, si tuviesen otra opción», dice una prostituta de 38 años de la ciudad sureña de Wuhan, que pidió no se revelara su nombre por temor a represalias “No quiero vivir mi vida con ese miedo»