Peticiones matrimoniales en los estadios, noches de juerga con desafortunados desenlaces, escándalos tras candentes encuentros sexuales… No han faltado precisamente historias de amor, pasión y desenfreno a lo largo de estos Juegos de Río 2016.
Pues bien, episodios como estos, unidos a los 450.000 preservativos que se han repartido entre los 10.500 atletas en la Villa Olímpica —nada menos que 42 condones por deportista— han provocado el atasco del colector que recoge los objetos sólidos. Concretamente, el bloqueo lo han provocado los profilácticos arrojados por la taza del váter.
No es la primera vez que Río de Janeiro se enfrenta a un problema así en un evento deportivo. En los Juegos Panamericanos de 2007, los condones atascaron el sistema de desagüe del edificio en el que estuvo hospedada la delegación de Argentina.