En una entrevista para el diario el Mirror, Jorge Beltrao Negromonte, condenado en el 2013 a 23 años de prisión por el asesinato de tres mujeres en Brasil, le confesó al periodista Matt Roper que para él comer carne humana es lo mismo que comer carne de res.
“Para mantener la gente a salvo es necesario que yo esté aquí. Si yo saliese hoy, yo podría matar a otra persona. Para mi, la carne humana no es diferente a la vacuna”, afirmó el ex profesor universitario.
Beltrao, de 54 años, fue detenido junto con su esposa, Isabel Cristina pires, y su amante Bruna Cristina Oliviera da Silva, por comer y comercializar empanadas rellenas de carne humana.
El hombre había fundado una secta religiosa junto con su esposa y su amante en la que liberaban a sus creyentes de sus “pecados”, matándolas y cocinando su carne. Cuando Beltrao fue arrestado, las autoridades encontraron un libro escrito por él, en el que detallaba una sería de rituales caníbales para purificar el alma de sus víctimas.
Negromonte, que padece de esquizofrenia, le contó al periodista, Matt Roper, la frustración que sentía al no poder tener hijos con su mujer. Él sacrificaba a las mujeres embarazadas porque creía que engendrarían bebés que sería “ladrones y maleantes”.
Beltrao se considera una víctima de su amante y asegura que fue ella lo convenció para que dejara de tomar sus pastillas porque así lo podía controlar. “Fue ella la que quiso asesinar a las mujeres, 17,20 y 21, y la idea de comérselas también fue de ella”, dijo el prisionero en la entrevista al Mirror.