María Irene Soto llamó a Carabineros para denunciar a Diego Vera, quien ha declarado que el intercambio de opiniones en ningún momento involucró amenazas, insultos o alguna acción violenta.
El joven estudiante de quinto año de Ecoturismo de la Universidad Andrés Bello, quien pasa en Coyhaique las vacaciones con su familia, fue liberado recién pasada la medianoche.
Ocho horas en un calabozo debió pasar un joven aysenino como resultado de un intercambio de opiniones con la encargada de comunicaciones de HidroAysén, María Irene Soto, en el stand que la empresa instaló en la Expo Patagonia de Coyhaique.
Fue el jueves cuando el estudiante coyhaiquino de quinto año de Ecoturismo de la Universidad Andrés Bello de Viña del Mar, Diego Vera, se acercó junto a su compañero Fernando Pavez al domo informativo que la eléctrica instaló en el recinto. Una vez en el lugar se les acercó la profesional de la empresa, quien los identificó como miembros de Patagonia sin represas, ante lo cual éstos respondieron que en realidad eran estudiantes universitarios que querían conocer qué tipo de antecedentes se entregaban en el lugar.
“Cuando ya estábamos despidiéndonos yo le dije ‘mejor dejemos hasta acá la discusión, porque para mí las represas no van y no se van a hacer en la región’, y ella me dijo ‘lamentablemente vas a tener que vivir con eso porque las represas van’, y en eso le respondí ‘señora tenga cuidado con lo que habla porque ahora se viene con todo’ y en eso la llaman y nos despedimos. Luego llega Carabineros a los 5 minutos y me dice ‘usted está detenido por amenaza de muerte’” relató el joven. El resultado, ser detenido desde las 16:00 horas hasta la medianoche en una comisaría teniendo como única prueba el testimonio la periodista Soto.
“Me sentí súper mal, partiendo porque nunca había estado preso, nunca había estado en un calabozo, y me sentí vulnerable porque yo soy un estudiante, como muchos de la Región de Aysén, un patagón al que igual le cuesta salir fuera. Y por amar mi tierra, por tener otro punto de vista, ellos se creen poderosos y llegan y pueden hacer lo que ellos quieren, por plata, por poder” reclamó.
Lo que más molestó a Diego fue que “al final todo esto no quedó en nada, pero sí yo me tuve que mamar 8 horas dentro de un calabozo insalubre, muerto de frío, con condiciones inhumanas y ahí sí que me sentí mal”.
Por su parte Fernando Pavez recordó que “se desató la mala onda de la señora hacia Diego cuando él le pregunto ‘¿usted es de la región?’ y ella respondió ‘no, yo soy de Valdivia’ y él le replicó ‘entonces no entiende lo que estoy diciendo yo’, y luego de eso terminaron su discusión”. En este sentido afirmó que “en ningún momento hubo amenazas, ni gestos amenazantes, ni voz más fuerte que la que tenía ella, ni en ningún momento se dijo la palabra muerte”.
En declaraciones a Radio Santa María, María Irene Soto expresó que “cuando a uno lo amenazan, uno se impacta, siente miedo y eso es natural. El joven me dijo que se venía un tema violento, que las cosas iban a cambiar y yo le dije si me estaba amenazando y me dijo que sí. Y le dije si me estaba amenazando de muerte y me dijo sí, aquí las cosas van a cambiar, entonces la verdad yo me sentí muy incómoda y estando carabineros ahí mismo en la expo hice la denuncia”.
Paradójicamente Diego había solicitado permiso de tres días en su trabajo en una operadora de turismo en Puerto Bertrand para colaborar en el stand de la empresa de kayak Agua y Hielo en la Expo Patagonia, de los cuales dos los pasó viajando y uno detenido en un calabozo por una controversia con una funcionaria de HidroAysén.
Por Patricio Segura
El Ciudadano