La élite global, Gobiernos y grandes empresas manipulan tecnologías para sus intereses con el fin de mantener y aumentar su poder y su influencia sobre la gente común. Les mostramos los diez métodos más verídicos por medio de los cuales lo logran.
1. Las redes sociales se crean y funcionan con la ayuda de los servicios secretos
Los servicios secretos utilizan gustosamente la información que los usuarios suben voluntariamente a las redes sociales cuyos directivos cooperan directamente con estos organismos.
2. Las compañías de petróleo y gas obstaculizan la popularización de los vehículos eléctricos
Esta teoría hace referencia a los esfuerzos emprendidos por los monopolios del petróleo, que están haciendo todo lo posible para que la gente siga dependiendo de los fabricantes de gasolina y combustible. En realidad, la dependencia del petróleo no significa que la tecnología no haya avanzado lo suficiente, ya que los coches eléctricos ni son difíciles de conducir ni deberían ser caros, destaca ‘Computerra’.
3. El programa HAARP de EE.UU. está desarrollando armas de energía
El programa estadounidense de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia (HAARP) ha sido acusado repetidamente de haber provocado devastadores desastres ‘naturales’ como el terremoto de Haití en 2010 y el meteorito de Cheliábinsk en 2013, o la caída de la sonda espacial rusa Fobos-Grunt.
4. La industria antivirus desarrolla virus
Esta teoría de la conspiración se basa en un enfoque racional y económico: la existencia de virus informáticos garantiza la prosperidad de los desarrolladores de antivirus, indica ‘Computerra’.
5. Las bombillas de larga vida dejaron de fabricarse deliberadamente
Otra extendida teoría de la conspiración dice que los fabricantes deliberadamente limitan la vida útil de sus productos para mantener la demanda estable y generar interés en nuevos modelos. La historia de esta teoría se remonta al denominado ‘cártel Phoebus’, que en 1924 reunió a los mayores fabricantes de aparatos eléctricos del mundo, y en el que se alcanzó un acuerdo secreto para evitar la producción de bombillas con una vida útil de más de 1.000 horas.
6. La energía gratis existe
Mucha gente está convencida de que en la naturaleza hay energía gratis cuya utilización está bloqueada por los Gobiernos y los monopolios energéticos, ya que el libre acceso a ella pondría en peligro su influencia. De lo contrario, ya habríamos usado la fusión fría como el principal método de producción de electricidad, incluso en los hogares, y los coches funcionarían con motores no contaminantes a base de aire, sostiene la revista.
7. El movimiento perpetuo es posible
Esta teoría es sobre los motores magnéticos, que funcionan gracias a la reserva de energía de los imanes y a que el efecto del campo magnético se limita en el espacio. Como resultado, en el círculo se puede lanzar un cuerpo ferromagnético, que se moverá secuencialmente de un campo a otro. Y la ley de conservación de la energía se inventó para ocultar estas asombrosas capacidades.
8. Los Gobiernos son capaces de controlar la potencia del cerebro humano y de viajar en el tiempo
Se sabe que desde el siglo pasado los servicios especiales de todos los países llevan a cabo experimentos secretos sobre el control de la mente y sobre el movimiento humano en el espacio y el tiempo. Como ejemplo se cita un legendario experimento para transportar un objeto en el espacio, el llamado ‘Experimento Filadelfia’, durante el que, en 1943, un destructor Eldridge de la Armada de EE.UU. desapareció del radar e inmediatamente apareció a decenas de kilómetros del punto donde se encontraba inicialmente.
9. Bitcoin desacredita a los poderes fácticos
La moneda Bitcoin, que no tiene un centro emisor ni regulador formal para influir en su curso, no encaja en el esquema de la economía mundial moderna. Es por eso que deliberadamente se ve desacreditada por los propietarios reales del sistema financiero internacional, lo que socava al Bitcoin.
10. Las computadoras portátiles, los televisores y las consolas de videojuegos nos espían
Todos los dispositivos electrónicos e inalámbricos son capaces de realizar un seguimiento de sus propietarios, y algunas empresas consideran que no es necesario ocultar sus intenciones de espiar a sus clientes. Por ejemplo, Comcast, Google TV, Microsoft y Verizon ya han solicitado una patente sobre el diseño de televisores y grabadoras de vídeo digital capaces de ver lo que hacen los espectadores durante su uso.