Tras la muerte del narco colombiano, los animales de su zoológico comenzaron a reproducirse hasta convertirse en una manada agresiva que deambula por los campos colombianos. Las autoridades no saben qué hacer con ellos.
Los hipopótamos del zoológico que el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria supo tener en su propiedad quedaron en libertad tras su muerte y se reprodujeron hasta convertirse en una peligrosa manada que preocupa a los colombianos.
Escobar había instalado en su mansión, llamada Nápoles, un zoológico con varias especies africanas, incluyendo jirafas, elefantes, e hipopótamos.
«Tengo más miedo a las víboras que al hipopótamo. Es como la mascota del pueblo», dice Diego Alejandro Rojas con una carcajada. Linterna en mano, este adolescente desgarbado ilumina a un animal que pasta en un prado cercano a viviendas.
Otros paquidermos como éste fueron vistos en Doradal, un poblado ubicado a unos 190 kilómetros de Medellín, la ciudad donde Escobar hizo su cuartel general a sangre y fuego a fines de los años ’80 y principios de los ’90.
Lo cierto es que las autoridades no saben qué hacer con los hipopótamos, pero los biólogos creen que lo mejor sería esterilizar a los machos de la especie para frenar la reproducción.
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