Las esculturas griegas nunca fueron tan pálidas. Cuando se crearon, estaban pintadas y llevaban adornos con tonos vivos y colores brillantes. Pero para la mayoría es difícil imaginar cómo se habrán visto entonces. Usando una mezcla de técnicas, el arqueólogo Vinzenz Brinkmann produjo recreaciones de cómo se verían algunas estatuas griegas originalmente.
Después de analizar las esculturas de la vida real, hizo réplicas a escala pintadas a mano para simular a sus versiones antiguas. No sería exagerado decir que las obras eran un poco chillonas: los colores iban de púrpuras brillantes a dorados, rosados, rojos y azules fuertes. Brinkmann dice que le molesta cuando las personas califican estas esculturas de kitsch, pero que no le sorprende.
Hay muchos métodos que permiten a los arqueólogos volver atrás en el tiempo para ser capaces de visualizar el aspecto de los trabajos artísticos originales de la antigüedad. Una de ellas se conoce como raking light.
Se trata de angular cuidadosamente una lámpara especial y hacer un zoom sobre las finas hendiduras y marcas que aún quedan de la factura original de los objetos. Así, miles de años después de que las obras han sido creadas, y a pesar de su dramático desgaste, los investigadores son capaces de figurarse las áreas donde alguna vez hubo pintura. Con esta técnica es posible destacar los pequeños segmentos en que la doble capa de pintura logró permanecer un poco menos inalterada por todos estos años.
Aunque el color original de los objetos antiguos no se puede determinar con raking light, los diseños de la pintura sí, y eso es un buen comienzo.
En el video, Vinzenz Brinkmann examina las esculturas de mármol de Atenea y Paris, del Templo de Afaya (Grecia), que actualmente están en la Gliptoteca de Múnich, Alemania.
Por IFLScience
El Ciudadano