Quizás no los conozcas, pero desde hace años se organizan torneos internacionales de ‘Air Guitar’. Lejos de que puedas estar pensando que se celebran en un marco incomparable al aire libre, estas competiciones se centran básicamente en que las personas interpretan de la forma más realista posible un tema a la guitarra, pero sin instrumento.
En esta misma línea de los juegos de mímica musicales, el ‘air sex’ se centra en subirnos a un escenario y fingir que estamos practicando sexo con alguien invisible. Y tiene bastantes más seguidores de lo que crees. “Hoy en día el ‘air sex’ es un fenómeno mundial tomado en serio (o casi en serio) por miles de personas”, explica Kristen Sollee en ‘Bustle’, donde habla de los campeonatos sexuales que se están poniendo cada vez más de moda y en los que la gente se reúne para ver de cuántas maneras diferentes se pueden simular relaciones sexuales con un compañero invisible.
Si te estás preguntando dónde se comenzó a practicar esta curiosa modalidad ‘sexual’, probablemente no te sorprenda saber que fue en Japón. Poco a poco fue haciéndose popular y se organizo el primer torneo en el que hombres y mujeres completamente vestidos se subían a un escenario y simulaban delante del público asistente estar manteniendo relaciones sexuales con un acompañante imaginario, mientras sonaba una canción de fondo.
Movimientos sensuales de cadera, gesticulaciones, gemidos y movimientos de piernas y brazos de lo más sexys y llamativos disfraces y accesorios sexuales. Los participantes no se cortan ni un pelo y llevan sus interpretaciones al límite para conseguir, como en toda competición, que el jurado les seleccione como ganadores.
Actualmente, el Torneo de Air Sex Mundial se realiza en varias ciudades de EEUU y ha alcanzado tal número de seguidores que sus organizadores incluso han rodado una película. Innovadoras ‘performances’ de sexo invisible deleitan al público asistente que además de divertirse y sorprenderse de la poca vergüenza escénica de los competidores, puede tomar alguna idea para trasladarla a su vida íntima (a poder ser, con una compañía real) e incluso abrir el apetito sexual para una noche de juegos de cama.
Parte de su fama deriva de cómo algunos personajes conocidos han comenzado a participar en los shows de ‘air sex’ que se organizan en el país. Un ejemplo es el cómico estadounidense Chris Trew, quien se interesó hace unos cuantos años por los campeonatos de ‘Air Guitar’, y poco tardó en volverse un aficionado de la versión sexual de esta modalidad. Hoy no falta en las giras nacionales y es uno de los personajes más divertidos y aclamados por quienes siguen el tour.
No es tan sencillo como subir al escenario y despendolarse delante de todos. Como relata Taffy Brodesser-Akner en la versión americana de ‘GQ’, “el ‘air sex’ tiene dos normas básicas: “En primer lugar, sólo se pueden tener relaciones sexuales con una pareja imaginaria; y en segundo lugar, no se puede llegar al clímax real durante la interpretación aunque, por supuesto, se finja que está sucediendo”.
Los asiduos a esta dinámica, a quienes les gusta que se les denomine como ‘airsexuals’, creen que el ‘air sex’ es en realidad una orientación sexual. No se trata de una ‘performance’ interpretada por mujeres y hombres atractivos que se tocan y hacen gestos obscenos como si de cualquier espectáculo sexual se tratase: “De acuerdo con las reglas oficiales, pueden participar personas de todas las edades, razas o tipos de físico”, continúa Brodesser-Akner, quien anima a probar y asegura que “todos estamos invitados a inscribirnos y formar parte del bizarro espectáculo”.
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