¿Cuántas veces no hubieses preferido saciar tu hambre con una rápida hamburguesa grasienta en lugar de sentarte en un restaurante y degustar dos platos y un postre? Seguro que más de una vez. Y de diez. Pues bien, con el sexo sucede lo mismo.
En muchas ocasiones (véase, cuando estamos cansadas o famélicas de orgasmos), preferimos un «rapidito» a prometedores maratones sexuales con precalentamientos interminables que nos dejan derrengadas.
¿Es peor el sexo exprés que el sosegado? ¿Las mujeres gozamos menos que el hombre en este tipo de coitos? No, no y, rotundamente, NO. Se puede disfrutar por igual del “fast sex & furious” y tener un orgasmo de esos para marcar en el calendario.
¿La clave? Déjate arrastrar por la lujuria, el desenfreno y elige la postura sexual correcta.
Postura: hot-dog
Según la encuesta realizada por la Universidad de Kentucky a 14.000 personas, el “estilo perro” es una de las posturas preferidas tanto por hombres como mujeres a la hora de practicar sexo rápido.
¿Las ventajas? Muchas. En el caso de las mujeres, recibimos una estimulación directa en el punto G y, por lo tanto, nos es más fácil alcanzar el orgasmo. Para ellos, esta postura es un LIKE como una casa: primero, porque la penetración es mucho más profunda y, en segundo lugar, porque les ofrece un increíble placer que los testículos choquen con el cuerpo de su compañera.
Un plus: si quieres hacer estallar el calorímetro ayúdate de un vibrador para estimular otras zonas erógenas como el clítoris y el ano.
Postura: la sillita
Siéntate encima de tu chico y este, a su vez, con sus bonitas posaderas sobre el borde de la cama, sillón o silla (y a ser posible que no sea muy alta). En esta posición, es fundamental que el recipiente sea cómodo. Puedes elegir colocarte de cara a él o con tu espalda pegada a su torso.
Ventajas: tú dominas, por lo tanto, es importante que puedas cabalgar con la gracia de un buen jinete. Para ello, trata de que tus pies estén apoyados sobre el suelo y así no te balancearás en su regazo como un tentetieso. Lo de no sincronizar el movimiento puede ser divertido en un primer momento, pero a la larga resulta un poco frustrante.
Plus: si la flexibilidad no es un problema para ti, ¡adelante!, experimenta. Por ejemplo, imagina que eres el capullo de una flor cuando se cierra. ¿Qué significa esto que suena tan rebonito? Que sentada de espaldas a él, mientras le cabalgas, toques con las manos en el suelo en paralelo a tus pies. Ya sabes, como si te plegaras. (Y cuando te pliegas tú, no hace falta que te cuente qué parte de ti se pliega también).
Postura: la cucharita
Además de dormir plácidamente, también se puede disfrutar de un sexo increíble tumbados los dos en posición fetal uno de espaldas al otro. Especialmente, cuando has tenido un día agotador y tu cuerpo serrano no está para olimpiadas sexuales.
Ventajas: la «cucharita» o estilo “los cuatreros” es una de las posturas sexuales más cómodas, pero no por ello la más aburrida. Al estar recostados os será muy fácil sincronizar el movimiento de vuestras caderas. Además, no hay nada más sublime en el sexo que el piel con piel.
Plus: durante la penetración lleva tus rodillas hacia el pecho. Con ese solo movimiento, el canal vaginal se estrecha y la fricción durante la penetración es mucho más intensa.
Como has podido ver, “un rapidito” no tiene nada que envidiar al sexo bien cocinado. ¿No dicen que para todo hay un momento? Pues eso, elegid vuestro “instante caliente” y disfrutad de un sabroso bocado de sexo.