La cantante Mariah Carey acaba de revelar en una fotografía dos datos muy importantes sobre su persona: primero, que no hay nada que le guste más tras una larga jornada de trabajo que sumergirse entre burbujas y espuma para relajarse; y segundo, que no se quita sus adoradas joyas de diamantes ni para bañarse.
«Acabo de llegar a casa después de una larga noche en el estudio. Habrá nueva música muy pronto», escribió la diva junto a una foto suya recostada en la bañera y luciendo pierna, tras lo cual compartió un selfie en el que se apreciaban más de cerca sus voluptuosos atributos naturales, cubiertos ligeramente por un poco de espuma:»Hora de sacarse un selfia con burbujas», añadió.
«Oh Dios mío, ¿qué le ha pasado a su antes preciosa cara?», preguntaba un fan, mientras que otro criticaba ya directamente la decisión de Mariah de enseñar más que sugerir sus encantos:»¡Crisis de la mediana edad! Ya eres guapa de forma natural, sin necesidad de enseñar las te**s o utilizar pestañas postizas».Otros cuestionaron la naturalidad de sus encantos: «Son evidentes sus implantes».