Confech realiza autocrítica y llama a “tener discursos comunes para salir a flote en momentos difíciles”

En el balance de las últimas movilizaciones, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) realizó una crítica por las dificultades que han tenido los estudiantes para convocar a manifestaciones y establecer una agenda clara, en relación a los objetivos del movimiento social.

En la última plenaria, desarrollada el 9 de septiembre en la Universidad de Magallanes, las federaciones pusieron como ejemplo lo sucedido con la “Marcha de los Endeudados” del 4 de septiembre, instancia que “no logró convocar más que a los grupos más afectados por el endeudamiento”, según se lee en la síntesis de la Confech.

“Los procesos de movilización intensos (paros y tomas), la dificultad de instalar el endeudamiento como temática clave por los ribetes que tiene el mismo (afecta a estudiantes y estresados, pero los primeros no lo viven materialmente hasta egresar y comenzar a pagar), las dificultades para alcanzar mayor legitimidad social, la falta de reflexión en torno al día de convocatoria pero más en general a las condiciones materiales de nuestra organización, el escaso compromiso a la hora de convocar y la desafección son parte de los múltiples factores que afectan hoy nuestra movilización y que debemos trabajar”, agrega el documento.

Por otro lado, la agrupación puso el acento en la generación de “discursos comunes” ante la opinión pública, por parte de las federaciones que componen la Confech. Esto ante las posturas divididas que han sido manifestadas en relación a la forma como abordar la reforma a la educación superior (trabajar o no con la institucionalidad) y sobre los acontecimientos sucedidos en la Universidad Alberto Hurtado.

Al respecto, la síntesis señala que “se considera necesario, como caminos de solución, tener discursos comunes para salir a flote en momentos difíciles, anticipar eventos de crisis, apuntar como mínimo a convocar a los sectores educativos y particularmente al estudiantado en nuestras manifestaciones y reflexionar para hacer sentido común leyendo el momento político actual; todo esto es responsabilidad de las Federaciones, del mismo modo que es responsabilidad de las vocerías respetar la síntesis que emanan de nuestras plenarias (que deben ser claras)”.