Ian Reid, es un fotógrafo que en un principio logró fama por hacer algunos de los vídeos de skateboard más atrevidos; y ahora se dedica a fotografiar la vida BDSM. Cuando todavía grababa sus conocidos videos, se dio cuenta de que una de sus vecinas estaba totalmente involucrada en los asuntos sadomasoquistas. Le tomó algunas fotos, las subieron a su sitio web y la respuesta del público fue contundente: comentarios y “me gusta” como ningún otro video o publicación en su historia.
Pocas personas entienden de fetiches y fantasías. En cambio Ian Reid estuvo tan involucrado en el BDSM que tuvo una casa con esclavas sexuales. Limpiaban en ropa interior, no pagaba nada y mientras, él editaba y tomaba fotos de su nueva vida. Un día que uno de sus vecinos entró, preguntó con temor ¡qué carajos pasaba ahí!, la esclava, que no tenía permitido hablar, sólo continuó limpiando. En ese momento se dio cuenta que su pasión por el sadomasoquismo había sobrepasado al skateboarding.
Reid fue a Ucrania para buscar chicas que se dejaran retratar; sin embargo, cuando llegó se dio cuenta de que su color le iba a cerrar muchas puertas. Con insultos, improperios y malas caras de los habitantes, decidió regresar a casa. Después, un hombre que lo llamó “maldito negro” se detuvo a platicar un poco con él. Le explicó que nunca había visto a un negro y que su cultura lo había educado así. Continuó su travesía y de ese modo, tomó algunas de las fotos más hermosas de su portafolio.
Las personas empezaron a pedirle que tomara fotos y así fue conducido a la tribu del BDSM en Nueva York. Algunos lo invitaron a su hogar y en el interior de una casa apacible de la ciudad que nunca duerme, mujeres que interpretaban el rol esclava como parte de su vida diaria. Tuvo sexo con todos los presentes y lo nombraron “miembro honorario”.
Esta es su particular visión del mundo que le apasiona:
Aprendió el poder de las palabras y cómo éstas son capaces de llevar las cosas a un nivel completamente distinto. No palabras crueles o extremadamente pervertidas, más bien las palabras correctas, amables y lindas que provoquen el salvajismo más excitante.
VíaCulturacolectiva