(RT) La semana pasada el río Daldykan, cuyas aguas fluyen cerca de la ciudad de Norilsk (Krasnoyarsk, Siberia, Rusia) se tiñó de color rojo sangre. Tras siete días de suposiciones, que incluyeron acusaciones a la compañía minera y refinadora de níquel y paladio MMC Norilsk Nickel que se encuentra en la localidad, se han descubierto las verdaderas razones de esa coloración repentina.
Nornickel ha detallado que en 2015-2016 creó unas presas para acumular aguas residuales y poer renovar algunos de sus conductos y, “tras unas lluvias demasiado fuertes —las precipitaciones rondaron la mitad de la media mensual en un solo día—, un dique de destilación de la planta se desbordó” y “el agua con sales de hierro cayó en el río” y lo tiñó de rojo, pero que ese vertido “no supone un peligro ni para la población ni para la fauna fluvial”.
Cuando se produjo el accidente la empresa metalúrgica, primera del mundo en producción de níquel, realizaba “las últimas tareas de montaje del final del nuevo caño”.
La firma asegura que “ha adoptado todas las medidas necesarias para determinar los lugares más afectados y eliminar las consecuencias de la explotación de los viejos relaves a través de la limpieza sanitaria del suelo” y promete evitar nuevos incidentes en el futuro.